En VIH, mejor tratar en la fase de primoinfección
Tratar lo más pronto posible o no. Esta es una cuestión muy debatida en el ámbito del VIH y el sida.
R. I.
Iniciar el tratamiento antirretroviral en personas infectadas por el VIH cuanto antes es mejor que retrasar la terapia. Es decir, tratar cuanto antes, asegura un estudio publicado en The Journal of Infectious Diseases que, aunque reconoce que se desconocen los beneficios de aplicar la ... terapia antirretroviral en las primeras fases de la infección VIH-1 -fase de infección aguda-, los resultados respaldan la creciente evidencia a favor de un inicio más temprano de la terapia.
Este, dice Juan Carlos López Bernaldo de Quirós, este es un tema recurrente en el VIH y que se puede simplificar en «¿es necesario tratar a los pacientes durante la primoinfección -fase aguda- o en los primeros meses de la infección? Se ha argumentado en varias ocasiones que podría tener un beneficio inmunológico, aunque otros estudios no encuentran beneficio clínico, señala este experto.
Christine Hogan, del Colegio Médico de Wisconsin(EE.UU), ha coordinado un equipo con el fin de investigar los efectos de la terapia antirretroviral en personas infectadas con el VIH-1 en los primeros 6 meses de la infección .
El ensayo clínico enroló a 130 hombres y mujeres no embarazadas que tenían al menos 18 años de edad y no habían recibido previamente tratamiento frente al VIH. Los participantes fueron distribuidos aleatoriamente en dos grupos: en el grupo de tratamiento inmediato, las personas debían recibir tratamiento antirretroviral durante 36 semanas, tras lo cual se interrumpió; en el segundo grupo, se retrasó el inicio del tratamiento. Todos los individuos fueron seguidos durante todo el estudio.
Estado virológico
El objetivo primario del estudio fue el estado virológico de las personas con VIH las 72 semanas. Los investigadores también intentaron comparar la situación virológica a las 72 semanas para las personas del grupo de tratamiento inmediato con la de los pacientes en el grupo de tratamiento diferido a las 36 semanas.
Los resultados, en términos virológicos, fueron mejores en los tratados de forma inmediata. Los individuos en el grupo diferido tuvieron tasas superiores de progresión de la enfermedad, por lo que precisaron iniciar la terapia antes de que finalizara el estudio -la mitad tuvo que recibir tratamiento por motivos de salud a 18 meses-.
Para Hogan, los resultados sugieren que «si el tratamiento inmediato no se inicia, la progresión de los afectados a que cumplan los criterios para la iniciación de la terapia puede ocurrir más rápidamente de lo esperado, sobre todo con el cambio de paradigmas de tratamiento». Además, reconoce, los pacientes que recibieron tratamiento inmediato parecen haber sido protegidos, no sólo durante el tratamiento, sino también durante un breve período de tiempo posterior .
En fase aguda
En un editorial acompañante, Harout Tossonian, de la Universidad de British Columbia en Vancouver (Canadá), afirma que «la preservación inmune y la reducción de los reservorios latentes del VIH-1 en las células T CD4 parece requerir una intervención a la mayor brevedad posible en la fase de infección aguda». Según los expertos, las ventajas de un tratamiento inmediato no suponen un mayor daño al paciente, ya sea en términos de toxicidad relacionada o la aparición de farmacorresistencias.
Para Juan Carlos López, este estudio postula que el tratamiento precoz produce una mayor « preservación del sistema inmune ». Ésta, dice, es una corriente creciente en el VIH que recomienda el tratar la primoinfección, aunque luego se suspenda, «con el fin de ralentizar la replicación del virus y precisar a largo plazo un menor tratamiento antirretroviral».
Pero, matiza, «esto no tiene que ver con la idea creciente de tratar a todos los pacientes durante todo el tiempo para preservar el sistema inmune y disminuir la transmisión del virus».
Los expertos sugieren que estos hallazgos pueden ser de interés para definir el momento de inicio del tratamiento, una cuestión muy debatida en el ámbito del VIH y el sida. En este sentido, se ha iniciado un estudio adicional cuyo fin es «comparar los efectos de la terapia inmediata frente a la diferida en términos de mejoría en los marcadores de la inflamación y la activación inmunológica, algo que puede proporcionar mayor información sobre los posibles beneficios del tratamiento de la infección primaria».
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