¿Estamos preparados ante una pandemia de gripe?

El autor del informe que se publica en Nature , Declan Butler, explica que la vigilancia existente es « fragmentada y reactiva » y que está provocada en gran parte como respuesta a los brotes de enfermedades o proyectos temporales de investigación; una situación, afirma, incomprensible porque un virus de gripe que surge en cualquier lugar, en cualquier momento, puede poner en peligro a todo el planeta.

Poco control

El documento de Nature considera que, aunque el número de secuencias se ha incrementado en la última década, suele haber un desfase de varios años entre el momento en el que las cepas aisladas del virus se recogen en el campo, y en el que se ordenan y se depositan en bases de datos públicas, lo que significa que hay pocos datos disponibles para controlar los virus en tiempo real.

Subraya el texto que por ello, una vigilancia genética a tiempo real es clave para la detección de mutaciones o recombinaciones de virus animales que puedan suponer riesgos para la salud humana y animal. También, continúa, es crucial para entender los patrones de transmisión y factores de riesgo para la propagación de la gripe entre las poblaciones de animales y para mantener las vacunas animales actualizadas. Por ello, la comunidad internacional debe desarrollar y financiar una política científica basada en una estrategia coherente con el fin de recoger más muestras representativas geográficamente en tiempo real, especialmente en los países y regiones que corren mayor riesgo, que tienden a ser más pobres.

Un coste menor de las tecnologías genéticas significa que, destaca el autor del documento, con el liderazgo internacional adecuado, voluntad política y financiación, podría ser factible poner en marcha un sólido sistema de vigilancia genético mundial. Probablemente, reconoce, sería incluso más rentable que muchos de los esfuerzos de vigilancia fragmentados y descoordinados de hoy día.