Si te vas de vacaciones en Semana Santa, cuidado con estos objetos de los hoteles: son los que acumulan más gérmenes

Alojarse en sus instalaciones, de hecho, es un lujo para muchos porque para unos días se olvidan de rutinas de limpieza o comidas pero también hay quienes son pudorosos y tampoco se acaban de sentir del todo cómodos en habitaciones en las que pasan, sin descanso, extraño tras extraño. Las cuestiones sobre la pulcritud e higiene suelen ser las que despiertan más reparo.

En este sentido, cabe destacar que los servicios de limpieza de estos recintos sean exhaustivas (ya que el servicio y confort de sus recintos es la clave de sus buenas valoraciones y una mala reseña al respecto puede hundir el negocio) toda habitación hotelera tiene algunos objetos que siempre acaban estando especialmente sucios porque acumulan gérmenes fácilmente.

El portal 'Best Life' acaba de publicar recientemente una información sobre los cuatro artículos de hotel que, en base a varios estudios, acumulan más bacterias, por mucho que las habitaciones se limpien escrupulosamente. Todo ello se debe a que hay algunas zonas o rincones que pueden acabar siendo arreglados más rápidamente o con menos esmero y eso provoca que se acumulen más gérmenes.

Entre los objetos destacan las sillas, que a priori no requieren de una gran higiene y que por ese motivo es probable que no siempre se limpien, aunque sí tiene pinta de que a menudo los inquilinos las usen. De hecho, esto ocurre más allá de los hoteles y bares o salas de espera pueden tener el mismo problema. Por ese motivo hay quien recomienda poner una toalla o una sábana encima de la silla antes de usarla.

En el baño, obviamente, también hay muchos gérmenes y algunos no tanto evidentes. Así, es lógico que una de las cosas con la que los servicios de limpieza se esmeran más en es inodoros, duchas o picas pero es posible que presten algo menos de atención a los grifos. Esto es un grave error puesto que esta pieza tan común en baños es la que más veces se toca y que, quizás, menos se limpie.

Además no hay que olvidar las mantas y edredones. Y es que las sábanas y toallas se lavan, a menudo a diario aunque cada vez se está fomentando más un uso responsable de esta ropa, pero no ocurre lo mismo con las mantas y edredones, que no se cambian con cada cambio de huésped.

Finalmente, también hay que pensar que algunas habitaciones también tienen muebles tapizados en los que puede haber gérmenes o incluso chinches. Las moquetas, si es que las hay, se aspiran y tratan de lavar con frecuencia porque son conocidos sus riesgos de salud pero no ocurre lo mismo con sofás y sillones o tampoco en los cabeceros de tela que algunos hoteles tienen.