Una traumatóloga explica por qué tienen prohibido entrar al quirófano con ropa de color blanca: «Estaba causando problemas»

En el imaginario colectivo, los médicos de quirófano siempre visten de blanco. Esto era verdad hasta hace unas cuantas décadas, pero lo que no todo el mundo sabe es que hoy, por normativa, esta ropa es de color verde o azul. ¿Por qué?

Sobre este tema ha hablado la usuaria de TikTok @latraumatologageek, una traumatóloga que se dedica a divulgar en redes sobre diferentes aspectos de su profesión. En uno de sus vídeos más recientes, explica por qué el uniforme de quirófano dejó de ser blanco y pasó a los tonos verdes y azules que conocemos hoy.

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En sus orígenes, tanto la ropa del personal médico como las paredes de los quirófanos eran completamente blancas. Se asumía que este color era el más apropiado porque transmitía limpieza y ayudaba a mantener una sensación de esterilidad.

Sin embargo, con el paso del tiempo, los médicos se dieron cuenta de que aquello estaba generando un problema bastante serio durante las operaciones. La combinación de las luces intensas con las superficies blancas provocaba reflejos molestos que podían dificultar la visión de los cirujanos.

Además de los reflejos, había otro inconveniente aún más preocupante. Después de pasar horas mirando tejidos de un rojo intenso, como la sangre o los órganos, la vista de los cirujanos se saturaba. Esto provocaba un fenómeno visual conocido como «desplazamiento del color». Es decir, cuando apartaban la mirada de la herida y dirigían sus ojos a una superficie blanca, veían manchas verdosas o rosadas, como si se tratase de ilusiones ópticas.

La solución fue recurrir a colores que ayudaran a mitigar ese efecto y mejoraran la percepción de los cirujanos. El verde y el azul resultaron ser los más efectivos. Estos tonos se encuentran en el extremo opuesto del rojo en el espectro cromático, lo que permite «resetear» la visión de los médicos. Al mirar superficies verdes o azules, el ojo descansa y recupera su capacidad para distinguir de forma nítida los colores rojos, evitando así la saturación visual.