Una trabajadora de un crucero explica qué sucede cuando una persona muere dentro del barco: «Nunca había tenido una experiencia...»»

En este sentido, estos majestuosos barcos son como ciudades flotantes en los que uno puede ir al gimnasio, a varios restaurantes, a darse un masaje o a la peluquería. Estos son solo algunos ejemplos, pero también hay mucho más: desde plantas de tratamiento de residuos a áreas sanitarias en las que se puede llegar a realizar una intervención quirúrgica se esconden entre las dependencias de los cruceros.

Hay otros servicios poco conocidos que también tienen todos los cruceros, totalmente necesarios y que sorprenden a quienes no conocen los secretos de los barcos. Y es que allí también se contempla que alguno de sus viajeros pueda morir. En el portal de YouTube 'Cruising as crew', han entrevistado recientemente a Anisha, una joven que lleva cuatro años trabajando en la tripulación y que su empleo no todo es un camino de rosas y que tiene que afrontar situaciones difíciles.

«El mayor desafío es lidiar con la muerte a bordo», asegura ella, que comenta que antes de subirse a un crucero «nunca había tenido ni una sola experiencia» con la defunción cercana de alguien, ni siquiera de un familiar. Frente a eso recuerda momentos difíciles como cuando, tras la pandemia, en cuatro semanas tuvo que afrontar situaciones muy delicadas y fallecimientos en cada uno de los cruceros en los que trabajó.

Anisha reconoce que «nadie está preparado para ello porque no sabes qué hacer o que decir». Sin embargo, reconoce que acabó necesitando mucho terapia y formación para afrontar mejor estos momentos y saber «sobreponerse a la muerte y poder apoyar completamente a los huéspedes afectados».

Así, ella destaca que una de sus misiones en estos difíciles momentos es dejar de lado sus sentimientos para poder actuar con cabeza fría y manejar situaciones como tener que preguntar por los nombres de doctores o por cómo se quiere organizar la vuelta a casa y sugerir funerarias. Para ella lo difícil es poder «enfatizar» en estos momentos pero manteniendo su profesionalidad.

«Es muy difícil la primera vez» que un personal de crucero lo vive, reconoce Anisha que destaca que, por su experiencia, a día de hoy está «completamente preparada» para afrontar situaciones de este tipo. Para acabar sus explicaciones, la profesional remarca que también hace falta estar preparados para afrontar enfermedades y dar apoyo emocional. «Aquí es cuando salen nuestras habilidades profesionales», ha añadido la entrevistadora.