Un trabajador de una gasolinera explica cuál es la mejor gasolina y diésel para echar en tu coche: «Es el de mejor calidad»

Con esta intención, un trabajador del Grupo de Gasóleos García-Camacho, distribuidora de Repsol en Extremadura, ha compartido un vídeo en la cuenta de Instagram de la empresa. En la publicación explica cómo maximizar el rendimiento al llenar el depósito y qué tener en cuenta al elegir entre los distintos tipos de combustible.

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Según el experto, las gasolineras suelen ofrecer dos tipos de combustible: normal y premium, ya sea gasolina o diésel. Su recomendación es alternar entre ambos: utilizar combustible premium cada cuatro repostajes, es decir, por cada tres cargas con combustible normal, optar por una premium. Aunque el premium es más caro, su uso es beneficioso para el motor y la conducción.

Entre las ventajas del combustible premium, destaca cuatro aspectos clave: mejora la eficiencia al volante, reduce el consumo, protege el motor a largo plazo y limpia los conductos internos. Estas características justifican su precio más elevado en comparación con el combustible convencional.

Sobre la diferencia entre gasolina y diésel, señala que la composición de ambos es distinta. La gasolina es una mezcla de hidrocarburos más volátiles y requiere una chispa para encenderse, mientras que el diésel, compuesto por hidrocarburos más pesados, transforma el calor en energía sin necesidad de bujías. Esta distinción también se traduce en el desempeño y consumo de los vehículos.

El trabajador recuerda que los coches diésel suelen ofrecer mayor autonomía con el mismo volumen de combustible que los de gasolina. Sin embargo, contaminan más, lo que ha llevado a regulaciones más estrictas para estos motores, especialmente en zonas urbanas.

Finalmente, explicó que los precios de ambos combustibles están determinados por el proceso de extracción y refinamiento del petróleo crudo. Mientras que la gasolina y el diésel se originan del mismo recurso, su tratamiento difiere. Esto impacta en su coste final y en la elección del consumidor, quien debe balancear precio, rendimiento y sostenibilidad.