Se hacen un tatuaje con un tatuador a domicilio y el resultado les deja de piedra: «Sin parar de llorar»
El tatuador realizaba trabajos en casas, algo que suele implicar no contar con las licencias y medidas de higiene necesarias
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Se hacen un tatuaje con un tatuador a domicilio y el resultado les deja de piedra: «Sin parar de llorar»
La fecha del nacimiento de un hijo, el nombre de una madre, el dibujo favorito de la infancia, el título de una canción... son casi infinitos los tatuajes que se pueden encontrar en la piel de muchas personas hoy en día.
Esta tendencia estética puede ... ir cargada de significado emocional o, simplemente, hacerse el tatuaje porque es algo que queda bonito. Sin embargo, elegir quién los realiza es algo de vital importancia para que quede bien y, sobre todo, para no tener complicaciones de salud.
Con la popularidad de los tatuajes existen muchas personas que se dedican a realizarlos, pero no todas cuentan con los conocimientos, las licencias necesarias y un lugar adecuado para llevar a cabo la actividad pertinente.
Así, existen tatuadores a domicilio o que no tienen licencia y elegirlos puede parecer una opción cómoda y barata, pero los riesgos que puede conllevar van más allá de lo que muchos imaginan. Además de problemas legales, lo más grave suele ser el resultado y las secuelas emocionales y físicas que pueden surgir tras la intervención.
Los riesgos de los tatuajes sin licencia
Cuando un tatuador trabaja fuera de un espacio con las autorizaciones y licencias pertinentes, es muy probable que no siga los protocolos sanitarios exigidos por las autoridades sanitarias. Esto puede implicar un aumento del riesgo de infecciones, reacciones alérgicas o transmisión de enfermedades, ya que los materiales pueden no estar esterilizados o podrían no cumplirse las normas de higiene mínimas requeridas en general.
Algo que también puede ocurrir es que nos topemos, sin saberlo, con tatuadores que realmente no tienen formación profesional, lo que repercute directamente en la calidad artística y técnica del tatuaje.
La experiencia de unos afectados
Así lo muestra un caso recogido por el programa de La Sexta, 'Equipo de Investigación', en el que se puede ver la experiencia de Patricia y Adrián, una pareja que decidió confiar en un tatuador que los citó en una vivienda, tras haber ganado un sorteo en redes sociales, según explican, donde supuestamente tenía su estudio.
Sin embargo, el resultado fue tan malo que Patricia cuenta que pasó «todo el fin de semana si parar de llorar», sin ganas de salir ni de ponerse manga corta por la vergüenza que sentía con el tatuaje. «No hay por donde cogerlo», contaba la mujer al programa.
Adrián, por su parte, lamenta que su tatuaje parecía hecho por un niño pequeño y que no se parecía en nada a lo que había pedido. Tras lo ocurrido intentaron denunciar, pero no consiguieron nada por esa vía, ya que las autoridades alegaban que ellos mismos había decidido tatuarse y elegir ese tipo de tatuador. En su caso, las consecuencias fueron la frustración y el malestar emocional, pero también se expusieron a poder haber presentado complicaciones de salud.
Así, además del disgusto por el resultado, cuando se trata de tatuadores a domicilio o que no tienen licencia, debemos saber que trabajan al margen de la ley, lo cual implica no tener protección legal si algo sale mal. Esto ocurre al no emitirse una factura ni registro oficial, por lo que se esfuma la posibilidad de poder reclamar de manera oficial y, a menudo, el único remedio es buscar un profesional para intentar arreglar el desastre ocasionado y volver a pagar por un nuevo tatuaje.
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