Un reconocido oncólogo de 96 años comparte su secreto para tener una vida longeva: «Nunca digo que no al postre»

El reconocido oncólogo italiano tiene 96 años y reconoce que le parece «extraño» haber llegado a esta edad. «Cuando era niño, alcanzar los 60 años ya era un logro», dice en una entrevista para el diario Corriere della Sera.

El doctor asegura que la genética no tiene nada que ver para gozar de una buena salud en esta etapa. El fundador y presidente del Instituto Mario Negri cuenta parte de su historia: «Solo conocí a una abuela. Mi padre tuvo que buscar un segundo trabajo cuando mi madre enfermó. Murió a los 67 años. Soy de los que han conocido una Italia sin Servicio Sanitario Nacional. Quienes hoy lo critican no saben lo que significa pagar terapias serias».

Además, Silvio Garattini afirma ser reacio a los antibióticos y lleva 40 años sin tomarse uno. «La medicina se ha convertido en un mercado. Muchos medicamentos se recetan a menudo sin necesidad. El problema de la resistencia a los antibióticos es grave. Cada año provoca aproximadamente 12.000 muertes en Italia», advierte.

Entonces, ¿cuál es el secreto para tener una vida longeva? El prestigioso médico ha respondido esta pregunta y detalla cuáles han sido y son sus rutinas.

Silvio Garattini explica cómo son sus días, a pesar de tener 96 años. El oncólogo dice que va a trabajar, pero no desayuna. «Tomo un primer café, luego un segundo y para el almurzo me bebo un zumo de naranja. Como mucho como un par de galletas», comenta.

No obstante, hay algo que nunca puede faltar en su dieta. «El cerebro necesita 90 gramos de azúcar al día, incluidos azúcares simples y complejos. Por ejemplo, nunca digo que no a un pequeño postre por la noche», declara. Respecto a la cena, el doctor detalla que se prepara un primer plato y una ración de pescado y verduras.

Además de cuidar su alimentación, el experto detalla qué actividad física realiza. «Sigo caminando 5 kilómetros a paso ligero», afirma.

Para Garattini, tener una larga vida no es del todo positivo, puesto que «implica necesariamente pérdidas». «Fallecieron mis dos esposas. La primera en un accidente automovilístico y la segunda por una enfermedad incurable», lamenta.