Puntuar 365 tostadas de jamón durante un año: el extraño reto de un americano en España

El aprecio que Charlie L. siente por España no es distinto al de Larry, quien quedó obnubilado por el «cielo y el ambiente» de Madrid en sus años universitarios. Charlie L., por su parte, conoció España durante un semestre que pasó en la Universidad de Barcelona (UB), pero, a diferencia del primero, que nunca ha podido mudarse a nuestro país, lleva viviendo cinco años en Sevilla, ciudad de la que se enamoró perdidamente en un viaje de fin de semana; y donde, admite, que lo que más disfruta en el mundo es sentarse en una terracita al sol con un café y una buena tostada.

«Solo soy un apasionado del jamón con demasiado tiempo libre», bromea Charlie en sus redes sociales, donde admite que, para él, la capital andaluza es la mejor ciudad del planeta. Antes de introducir el extraño reto que lleva cumpliendo desde el verano pasado (y que prevé terminar este 2023), admite, sin embargo, que no tiene ninguna formación culinaria, y que su crítica gastronómica está cimentada únicamente en su «experiencia y opinión».

«Comeré 365 tostadas en 365 días, en distintas cafeterías y restaurantes de la provincia de Sevilla«, explica Charlie en su curiosa cuenta de Instagram. «Me he propuesto hacerlo cada día, y ya voy por la mitad», expone a este diario, rumbo a la siguiente cervecería; como siempre, sobre la bicicleta que utiliza para recorrer una área metropolitana en la que se calcula que hay 4.500 bares de este tipo.

Las normas del estricto reto son sencillas, pero Charlie se ha propuesto cumplirlas a rajatabla, por lo que no se permite un solo día de descanso: para empezar, pide en cada establecimiento una tostada con aceite de oliva, tomate y jamón (una entera), a la que complementa con un café con leche fría. Cada publicación va acompañada de un profundo análisis de la experiencia, con un trabajado texto que da cuenta de la seriedad con la que este americano trabaja en sus redes sociales.

Charlie estructura las reseñas de una manera muy profesional, puntuando cada establecimiento sobre 5; resultado de evaluar la calidad de los ingredientes, el sabor, el ambiente del local, la experiencia del servicio y, por supuesto, el precio. Si el producto no supera el 2.9, suspende el local y lo marca en rojo; no así con los que puntúan entre 3 y 3.9, a los que aprueba y recomienda, o los que directamente pasan del 4, que aconseja «encarecidamente» visitar.

Por ahora, son 185 días en los que Charlie ha cumplido con esta autoexigida obligación, y, por ahora, ha suspendido a 11 cafeterías y ha puntuado con un excelente a otras 64. La nota más alta registrada hasta la fecha (un 4,5) la obtuvieron en el Café Nervión, el pasado 16 de septiembre, y el bar Los Meri, de los que el americano destacó su «impecable» ibérico, el tomate, el pan y la fantástica experiencia.