Hace las pruebas para la Marina de los Estados Unidos y sentencia: «No volveré a hacer esto nunca»

La bienvenida no tardó en llegar de la mano del sargento de artillería Torres: «Mi nombre es sargento de artillería Torres, es un honor y un placer tenerlo aquí. Esta mañana vamos a correr la carrera de obstáculos aquí en Camp Pendleton. Tenemos la 'carrera O'. Tengo un grupo de instructores de artes marciales de la infantería de marina que están actualmente en la flota y que van a ejecutar esta 'carrera O' con nosotros».

La carrera, sin embargo, era solo el inicio. Según explicó Torres: «Después de esto, vamos a hacer un movimiento de aproximadamente media milla hasta la playa. Se llama ejercicio 'Shamrock'. Todos y cada uno de estos marines han pasado por un ejercicio de 'Shamrock' y, una vez que terminemos con ese ejercicio, haremos un poco de agarre en el océano».

«Parece que va a ser un día duro bajo el sol abrasador», anticipó el creador de contenido, sin saber aún lo que le esperaba. Antes de empezar, el sargento explicó cada técnica: «Para este tenemos dos métodos, hacemos dos técnicas diferentes, una se llama el chico universitario, la segunda técnica la llamamos el ala de pollo, él subirá solo, pondrá su axila por encima y lanzará su pierna». Luego vino el turno de los troncos múltiples: «Tienes dos formas de hacer esto… puedes poner tus caderas sobre el tronco, abrazar el tronco y agarrarte a él y bajar suavemente sobre tus rodillas». Y el muro alto: «Este se trata de impulso, te agarras a todo usando tus tríceps, maniobrando a través del muro alto». «Este también es un problema para los marines, se trata de impulsarse, poner ambas piernas sobre el cuerpo de las barras y luego bajar la pierna», añadió. Y concluyó con las cuerdas: «Va a pisar la cuerda, cruzarla por delante de los cordones de sus botas, mano sobre mano, llevar las rodillas hasta los codos hasta arriba para tocar el anillo de metal en la parte superior».

Tras las explicaciones, el creador de contenido se dispuso a realizar la prueba y logró completar el circuito en un sorprendente 1 minuto y 11 segundos. «Muy rápido, impresionante», le dijeron algunos soldados. Pero entonces lanzó una pregunta clave: «¿Pero esto fue solo un calentamiento, no?»

«Lo fue, tenemos que hacer esto cuatro veces más y luego haremos algo de agarre y entrenamiento más adelante», le confesó uno de los marines.

A continuación, el grupo corrió media milla hasta la playa para continuar con el temido 'agarre'. «Así que vamos a hacer agarre, no es broma, vamos a agarrar en el agua y eso suena bestial», dijo el noruego, con una mezcla de respeto y temor. Pero antes, debía superar otro circuito.

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La rutina incluía golpear un saco, levantar a un compañero y arrastrarlo, hacer sentadillas, flexiones, puñetazos, inchworms, arrastres por el suelo y patadas giratorias. «Cógelo justo por debajo de la cadera, levántalo y muévelo haciendo la transición a la siguiente estación», le recomendó Torres. Y para rematar: «Una vez que llegue a la última estación, el ejercicio va a ser un burpee y correr hacia la orilla. Allí realizarás un transporte de bombero, apoyándole la espalda baja y corriendo hacia el palo negro. Y eso concluye una ronda».

El primer grupo lo completó en 6 minutos y 11 segundos. «No creo que pueda superarlo», confesó. Sin embargo, pese al agotamiento, logró hacerlo en 5 minutos y 57 segundos.

La última fase fue la lucha en el océano. Magnus ganó su primer combate y se preparó para un segundo enfrentamiento: «Voy a ir en contra del instructor ahora, me voy a poner una GoPro en la cabeza». Tras una intensa pelea cuerpo a cuerpo y varios momentos de tensión, el escalador noruego consiguió hacerse con la victoria.

Al terminar, el sargento Torres le dedicó unas palabras de agradecimiento: «Magnus, gracias por la oportunidad de sacarnos del trabajo medio día. Sé que los marines realmente lo agradecen. En nuestro nombre, tenemos una tradición en el Cuerpo de Marines: cuando nos encontramos con alguien que realmente nos importa o que nos impactó, le entregamos la moneda del desafío. Así que, en mi nombre y en el de todos los marines, gracias, te apreciamos. Esperamos que lo hayas disfrutado y lo hayas pasado bien con nosotros».

El joven atleta, aún jadeando, solo pudo responder: «Ha sido un honor estar contigo. Solo lo hice por medio día y estoy exhausto. Me voy a la cama y no volveré a hacer esto nunca, pero muchas gracias».