Va a su primer día de trabajo y sale llorando de la empresa por este motivo: «Tuve que pedirle a mi psicóloga una sesión»

«Ayer fue mi primer día de trabajo y salí llorando. Llorando es poco, tuve que literalmente pedirle a mi psicóloga una sesión», explica la joven.

Asegura que entró a un bar y fue desde allí donde habló con la profesional: «Fui a pagar con la máscara de pestañas corrida, me dio una vergüenza...». Con algo de sorna comenta que incluso le costó más el zumo de naranja que se pidió que la propia sesión con su psicóloga.

No fue el único problema que tenía en la jornada: «Hoy salí antes porque tenía que rendir para un parcial de una carrera que estoy estudiando y que ni siquiera me gusta, como tampoco me gusta este trabajo».

En realidad, su frustración, aunque fue provocada por el trabajo, era un cúmulo de circunstancias. «Qué rabia sentir que nada te gusta, que no encuentras tu pasión, que tienes que esforzarte y sacrificarte y vivir cosas que realmente no te gustan ni te hacen feliz para conseguir algo que no sabes qué», se lamenta.

Además de ello, en el caso del trabajo, la joven fue con unas condiciones que finalmente no se correspondían con la realidad a nivel de tareas o salario: «Al final no estoy haciendo eso, estoy en una especie de call center y cuando me dijeron el sueldo, me muero, te agarra la sensación de decir '¡tan poco valgo!'».

Aunque le dijeron que el aspecto económico se podría hablar, tampoco ha sido así. «Peor es irte porque no te va a llamar nadie». «Si no te gusta lo que haces, para conseguir tu objetivo te tienes que ir porque hay más formas de conseguirlo sin tener que pasar el sacrificio del que siempre nos hicieron creer que teníamos que pasar», reflexiona.

El vídeo de esta joven, publicado hace una semana, se ha hecho viral y han sido muchas las personas que le han dado su opinión sobre la situación que atraviesa.

«En la vida real son muy pocos los afortunados que pueden vivir de lo que aman», cuenta una usuaria. Otros le dicen que no se centre en que solo sea lo que le gusta, mientras que hay quien le explica que suele ser una situación habitual «de los primeros trabajos».