Un piloto explica qué es realmente declarar emergencia en un vuelo: «El avión no está en peligro»
Las sacudidas en pleno vuelo han amargado a más de uno el viaje, pero lo cierto es que las aeronaves están más que preparadas para estos incidencias
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«Señores pasajeros, estamos pasando por un área de turbulencias. Vuelvan a sus asientos y abróchense los cinturones». Las sacudidas en pleno vuelo han amargado a más de uno el viaje, pero lo cierto es que los aviones están más que preparados para afrontar este tipo de incidentes.
Los expertos - tanto pilotos, como meteorólogos aeronáuticos e ingenieros - coinciden en señalar que estas corrientes de aire, son más frecuentes en la actualidad que hace tan solo unas décadas. Es más, irán a más. El cambio climático y sus consecuencias parecen estar detrás de esta tendencia.
La mayor parte de estos incidentes son de poca importancia, y las aerolíneas han realizado mejoras constantes para reducir los índices de accidentes por turbulencias. Los expertos recomiendan a los viajeros que se mantengan alerta y subrayan como primera medida de protección la importancia de llevar abrochado el cinturón de seguridad siempre que sea posible.
¿Qué ocurre cuando se declara la emergencia en un vuelo tras sufrir turbulencias?
En ocasiones es posible que se declara una emergencia tras sufrir turbulencias durante el vuelo, aunque esto «no necesariamente quiere decir que el avión esté en peligro o haya sufrido daños estructurales». Así lo cuenta en uno de los vídeos de sus redes sociales el piloto de Iberia Perico Durán, que ha querido aclarar en una publicación la confusión habitual que se genera con este tipo de procedimientos.
«La razón principal por la que un vuelo puede declarar emergencia en estos casos es para priorizar el aterrizaje y permitir la asistencia médica a pasajeros o tripulantes que hayan resultado heridos», indica el experto en su cuenta de Tik Tok.
@pericoduran Cuando un avión aterriza de emergencia tras una turbulencia, muchos piensan que la aeronave ha sufrido daños importantes. Pero en realidad, declarar una emergencia no implica que el avión esté en peligro ni que haya un fallo técnico. En aviación, declarar emergencia es un procedimiento preventivo y organizado. Permite priorizar el aterrizaje y asegurar una respuesta rápida en tierra, especialmente cuando hay pasajeros o tripulantes que puedan haber sufrido lesiones. La turbulencia no compromete la seguridad del vuelo. Los aviones están diseñados para soportarla sin ningún problema. Lo que sí puede ocurrir, aunque es poco frecuente, es que alguien se golpee si no está bien sujeto. En esos casos, el comandante puede decidir desviarse a otro aeropuerto y declarar emergencia para garantizar que haya asistencia médica esperando y todo esté preparado para atender a quien lo necesite. Esto no significa que el avión no pueda seguir volando con normalidad. Es una forma de cuidar a los pasajeros y asegurarse de que todo se gestione con eficacia. Entender estos procedimientos ayuda a reducir el miedo a volar y a confiar en que cada decisión está pensada para garantizar la seguridad y el bienestar de todos a bordo.
♬ sonido original - Perico Durán
Lejos de tratarse de una señala de fallo técnico, el piloto apunta que se trata de una herramienta operativa contemplada en los protocolos aéreos. También recuerda que este tipo de declaración no afecta a la capacidad operativa de la aeronave.
«Es una forma de garantizar una pronta atención a todos, no una señal de que el avión no pueda seguir volando con normalidad; la acción nos permite desviarnos a otro aeropuerto, recibir prioridad en la aproximación y asegurar una respuesta coordinada en tierra», concluye en la grabación.
¿Qué podemos hacer como pasajeros ante las turbulencias en un avión?
El primer paso es aceptar las turbulencias como algo natural. En el momento de elegir asiento, escoja uno situado junto a las alas del avión o los que se sitúen en el centro. Por el contrario, evita aquellas plazas que se encuentren en la cola del avión, ya que es en éstas donde se experimenta la sacudida con mayor intensidad.
Cuanto más espacioso sea el asiento, menos notarás las turbulencias debido a la movilidad que te permiten. Otro consejo es mantener el cinturón abrochado durante todo el vuelo. Si las turbulencias te producen náuseas, es recomendable tomar caramelos de jengibre.
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