Operada de urgencia una bebé de diez meses que se tragó un crucifijo

Igualmente, los ahogamientos pueden llegar por la introducción de objetos a la boca, algo que también es muy frecuente en los bebés cuando empiezan a descubrir todo lo que les rodea y a interactuar y entretenerse con su entorno más próximo. Prueba de ello es que muchas veces, a pesar de tener juguetes a su alcance, los niños acaban centrándose en objetos de casa, como pinzas para tender la ropa, envases de cocina o cajas de cartón.

Menos habitual, y de hecho no recomendable, es que los pequeños jugueteen con objetos peligrosos, puntiagudos o pequeños o con piezas diminutas. Y esto es lo que tenía entre manos un bebé de diez meses de Perú, que se tragó un crucifijo. La menor pudo sobrevivir tras una operación para nada habitual.

Los hechos sucedieron en el municipio de Trujillo. La madre de la niña decidió llevarla a urgencias pediátricas de un centro de la zona porque la pequeña se puso a llorar y no había manera de que parara. Ella no sabía el motivo del llanto y, como es lógico, estaba un tanto angustiada.

La sorpresa para todos fue cuando ya en el hospital al que acudieron, el Víctor Lazarte Echegaray, decidieron hacerle una radiografía para desvelar la causa de su malestar y se encontraron con el sorprendente objeto en medio del tórax. Al detectar el crucifijo encallado no tuvieron otro remedio que realizar una endoscopia terapéutica.

La operación fue todo un éxito a pesar de que se trataba de una intervención complicada y la bebé se pudo recuperar fácilmente de ello. Los médicos tuvieron que esperar previamente a que la niña tuviera el estómago vacío, unas seis horas, antes de entrarla en quirófano. Por su parte, la madre, todavía ahora se pregunta cómo pudo llegar a coger el objeto metálico y tragárselo, y más sin que nadie se diera cuenta.