Una nutricionista explica si los huevos se deben guardar realmente en el frigorífico: «Por seguridad alimentaria...»

En este sentido, también es cierto que el aumento de la información que se puede encontrar hace que se comparta cada vez más conocimiento gastronómico pero también alguna que otra duda. La cocina tampoco se escapa de mitos y estereotipos, quién si no no se ha preguntado alguna vez si es bueno comer la piel de la fruta o cómo se tienen que lavar correctamente los utensilios de madera.

Los huevos, un alimento básico en la mayoría de las cocinas, también son objeto de múltiples preguntas, como si se deben limpiar, si es un problema cuando un trozo de cáscara de huevo se mezcla con la cáscara y la yema. También es habitual preguntarse si hay que guardar los huevos dentro de la nevera y ahora la 'tiktoker' Bea Gonfer (@bea_gonfer en sus redes sociales) ha dado la respuesta en un post que ha conseguido un puñado de 'likes'.

Bea se pregunta por qué se guardan los huevos en el frigorífico si, a la práctica, cuando uno los compra en el supermercado los encuentra «a temperatura ambiente». «Si fuera por seguridad alimentaria los pondrían dentro de las neveras, ¿no?«, incide la experta en nutrición.

«El huevo tiene una cutícula que es superfinita que va por debajo de la cáscara y que lo protege, entre otras cosas, de la salmonela, que puede estar en la parte exterior de la cáscara», explicita la divulgadora nutricionista. Ella desvela que esa cutícula «se puede romper con los cambios bruscos de temperatura y el huevo se podría contaminar».

En este sentido, Bea remarca que en los supermercados los huevos se ponen a temperatura ambiente porque esta «suele ser estable». «En casa también se podrían mantener a temperatura ambiente pero se recomienda guardarlos en el frigorífico porque los mantiene más frescos», sigue sus explicaciones la experta.

«El frío contribuye a que el huevo mantenga una clara más densa y una yema más centrada», sentencia ella. Además, en los comentarios la 'coach' nutricional incide en que no se deben guardar en la puerta del frigorífico, a pesar de que muchas neveras tienen compartimentos especiales allí. «Es el lugar donde más fluctuación de temperatura hay», avisa ella.