Una lituana que vive en España, impactada con lo que hacemos cuando llueve en nuestro país: «Es totalmente normal»

En el vídeo, Gabriele ha querido agradecer a los españoles por hacer que algo que en su país de origen sería impensable, aquí se considere algo socialmente aceptado. «Hoy quiero agradecer a España y los españoles por normalizar el cancelar planes cuando el tiempo apesta», dice al inicio del vídeo.

Según ella, en su país natal, Lituania, y en otros lugares de Europa del norte, como Alemania, la lluvia no es motivo suficiente para cancelar una cita. «Me mudé a España hace ocho años y últimamente hemos tenido mucha lluvia en Barcelona. Uno de los mayores choques culturales para mí es lo normal que es cancelar planes si el tiempo no acompaña», explica. Y añade que esta costumbre le ha parecido tan cómoda que la ha adoptado como propia: «Sinceramente, me encanta, porque nadie quiere salir si está lloviendo todo el tiempo».

Para Gabriele, esta actitud es completamente distinta a la que se tiene en otros países europeos, donde el clima adverso es parte de la rutina diaria y no se considera una excusa válida para modificar los planes. «Honestamente, si hiciéramos lo mismo en Alemania o en Lituania, nunca saldríamos de casa», asegura.

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Jorge Herrero

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En ciudades como Berlín, donde las precipitaciones y las temperaturas frías son una constante durante buena parte del año, la gente está acostumbrada a seguir con su vida sin importar las condiciones meteorológicas. De hecho, en muchos lugares de Europa central y del norte, se considera casi una falta de educación cancelar planes solo porque está lloviendo. Pero en España, según la experiencia de esta joven, ocurre todo lo contrario. «Siento que es normal y es totalmente aceptable cancelar planes cuando está lloviendo», afirma. De hecho, reconoce que ha adoptado por completo esta costumbre española: «En este punto, me estoy volviendo española, porque cancelaré un plan si el tiempo es malo».

Por último, la creadora de contenido relata una situación reciente que ilustra a la perfección esta mentalidad: «Hoy un amigo me escribió: '¿Todavía sigue en pie el plan de esta noche?' y le dije: 'Sabes, está lloviendo, mejor dejémoslo para otro día'». Para ella, esto es una diferencia cultural evidente, pero también una comodidad a la que no está dispuesta a renunciar. «No sé cómo será en tu país, pero en España siento que es totalmente normal hacerlo», concluye.