Un joven le pide matrimonio a su novia en el bazar donde se conocieron y esta es su reacción

El protagonista de esta conmovedora historia es Juan Hernández de Miguel, un joven lleno de entusiasmo que decidió sorprender a su novia, Verónica Navas, y pedirle matrimonio de una forma muy original. En el vídeo, publicado por la futura novia en su cuenta de Instagram, 'veronicanavasochoa', no tardó en hacerse viral, llegando a ser difundido por cuentas como 'postureoespanol', que cuenta con 1,4 millones de seguidores.

En el vídeo, Juan hace un particular 'unboxing' de las cosas que ha comprado «en el chino del lugar donde se conocieron». El joven comienza a sacar los productos que ha adquirido en el bazar para mostrárselos a su novia, quien ignora lo que se encuentra en el fondo de esa bolsa de color gris. «Mira para desayunar ColaCao», expresa Juan mientras sigue sacando artículos de la bolsa, a lo que Verónica contesta: «Me encanta el ColaCao».

Sin embargo, Verónica no se esperaba que, tras sacar una bolsa de Weikis, unas Oreo, un par de batidos Okey y una botella de agua, el joven se arrodillaría para mostrar, con su temblorosa mano, el último objeto depositado en la bolsa, un anillo de compromiso.

La sorpresa, la emoción y la belleza de la propuesta dejaron a Verónica sin palabras, tanto que, con lágrimas en los ojos, comenzó a decir: «Mentira, mi amor... me estás jodiendo, me estás jodiendo...». Tras unos instantes de emoción e incredulidad, la joven salió del vehículo donde se encontraba y abrazó a su novio mientras que, sollozando, esbozó: «Claro que me quiero casar contigo», sellando su amor en el mismo lugar donde comenzó esta historia.

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Por último, cabe destacar que la decisión de Juan de regresar al lugar donde se conocieron para unir sus vidas en matrimonio es un tributo a la autenticidad de su relación y a la profunda conexión que comparten. Algo que la propia Verónica agradeció en la descripción del vídeo: «Pudo haber sido en el lugar más bonito del mundo pero decidiste que fuese en el lugar más ESPECIAL, el lugar donde nos vimos por primera vez. Hace unos meses me tatué las coordenadas de este lugar, porque para mi significa mucho, y a él no se le ocurrió un mejor lugar para pedirme acompañarle el resto de la vida».