Iván Helguera relata sus momentos más duros en el Real Madrid: «Me quitan el número, me dicen que no juego...»

Sobre todo ello ha hablado el exfutbolista en el pódcast 'Offsiders', centrado en mostrar el lado más humano del fútbol. En uno de los últimos episodios, Helguera repasa sus últimos años en el Madrid, una etapa marcada por decisiones que, según él, no tenían nada que ver con su rendimiento sobre el césped.

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Marina Ortiz

En el vídeo, Helguera detalla cómo la relación con la directiva se deterioró de forma abrupta. Apunta directamente a Florentino Pérez y al director deportivo, Predrag Mijatovic, como responsables de haberle quitado el número y de hacerle «la vida imposible» sin una explicación clara.

El jugador, que acababa de ganar LaLiga y tenía tres años de contrato por delante, se encontró de golpe fuera de los planes. Recibió ofertas del Racing y del Fenerbahçe, pero no quiso marcharse. Fabio Capello, recién llegado al banquillo, le apartó del grupo en los entrenamientos. Cuenta que aunque seguía entrenando con el primer equipo, en los partidillos le enviaban con el filial.

Sin embargo, con el paso de los partidos, todo cambió. El equipo no terminaba de funcionar y su perfil encajaba bien junto a Cannavaro, que ofrecía solidez defensiva pero tenía más dificultades en la salida de balón. Poco a poco fue recuperando espacio hasta terminar como el sexto jugador más utilizado de la temporada. A pesar del éxito colectivo, Helguera asegura que su motivación era más la rabia que la confianza, y que emocionalmente estaba desgastado.

Ni siquiera su rendimiento le devolvió el estatus perdido. Según explica, el presidente ni le dirigía la palabra y Capello le reconoció que desde arriba le habían pedido que no lo alineara ni en los entrenamientos. Al terminar la temporada, Mijatovic volvió a comunicarle que perdería el dorsal y quedaría fuera del proyecto. El Valencia mostró interés por ficharlo, pero Helguera rechazó la oferta para evitar repetir la misma situación. Decidió marcharse.

En el podcast también se pronuncia sobre la etapa de los Galácticos. Helguera considera que varios de los jugadores más idolatrados de esa época recibieron un reconocimiento desproporcionado en comparación con su aportación real al equipo. Pone como ejemplo a Morientes, que, en su opinión, fue mucho más determinante que otros compañeros más mediáticos.

Sobre la llegada de Zidane, reconoce que supuso un punto de inflexión personal. Aquel fichaje provocó que Helguera pasara de jugar en el centro del campo a tener un rol más retrasado. Cree que en aquel momento se encontraba en su pico de forma y que la falta de confianza le pasó factura. Zidane no tuvo un gran primer año, mientras él sentía que podía haber rendido mucho más en ese puesto.