Infidelidad, familia numerosa y un secuestro: la turbia historia de la mujer casada con un muñeco de trapo

Esa es la opinión general en torno a esta brasileña que saltó a la fama de internet en Brasil por casarse con un pelele de tamaño real, lo que en primera instancia se interpretó como otra loca estrategia para arañar followers y vivir de los patrocinios. Pero no.

Sin embargo, la era de las redes en la que parece que todo vale y se pasa de puntillas por las miles de nuevas estrafalarias historias que surgen cada día; la atención de los medios brasileños locos por hallar una frivolidad con la que cerrar el informativo y suavizar la realidad del mundo; y la siniestra tendencia creciente a adorar los casos turbios han servido de caldo de cultivo para que Meirivone sea toda una figura mediática.

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Todo empezó tras la pandemia cuando se agenció a su marido de trapo, Marcelo, a quien viste con ropa masculina y con quien tiene todo un álbum de fotos que narra su cuento de amor.

Su cuenta de seguidores iba creciendo con las tramas que aseguraba vivir, entre ellas -todas coquetean con el drama-, una infidelidad de Marcelo que felizmente han conseguido superar para salvar su matrimonio.

Suponemos que por el bien de los hijos en común, como ocurre en la realidad cuando una crisis de pareja se soluciona a base de apostar por la estabilidad de los pequeños. Algo que en muchas ocasiones sale regular pero, por lo que sea, Meirivone y Marcelo no han tenido ningún problema.

Tiene tres hijos, el mayor, Marcelinho, que no ha tenido una vida fácil según el relato de su madre. Y es que el niño fue secuestrado en lo que fue una de las tramas más aplaudidas del Instagram de la mujer.

Ahora ya son familia numerosa tras la llegada de los mellizos, para cuyo parto la brasileña acudió a un centro médico donde fue atendida por la prensa como cuando da a luz una celebrity.

Pero, frivolidades aparte, la realidad es que toda la película montada por esta mujer, de 37 años, preocupa a la inmensa mayoría de sus seguidores que en cada publicación se preguntan si nadie está tratando de ayudarla.

En una entrevista a 'Metro Brasil' en 2022, Meirivone contó cuál fue el origen de su relación. A ella le gusta mucho bailar pero, durante la pandemia, no tenía con quién hacerlo por lo que a su madre, costurera, le pidió un muñeco de trapo.

«Fue amor a primera vista», confesó en el citado medio sobre el momento de ver a Marcelo. «La gente dice que necesito tratamiento, pero me da igual», sentenciaba.

Una declaración de intenciones que si acaso potencia la idea de que lo se esconde detrás de este bizarro teatrillo de marionetas es un insano desarrollo emocional que requiere de asistencia. Ella, mientras, sólo piensa en sacar a su familia adelante.