Se gasta 14 euros en un churro de RavioXO, el restaurante de Dabiz Muñoz, y opina sin tapujos: «Madre mía...»

El cocinero, considerado el mejor del mundo, es digno merecedor de todas las insignias que posee a sus 44 años. Entre todos sus restaurantes suma tres estrellas Michelin y va en camino de seguir creciendo.

Por todo ello, hay personas que están dispuestas a gastarse mucho dinero en comer en uno de sus locales. Y como ya sabemos, la calidad no es gratis. Es probable que la cuenta refleje una cantidad elevada, pero lo que de verdad importa es saber si realmente merece la pena pagar ese precio.

Dabiz Muñoz es propietario de RavioXO. Este restaurante cuenta con una estrella Michelin y se encuentra ubicado junto al espacio gourmet de El Corte Inglés de Castellana (Plaza de Manuel Gómez Moreno 5, Madrid, 28020, España). La propuesta, con opción de carta y un menú degustación (150 euros), refleja una gastronomía de fusión que pasea por Asia, convirtiendo a las salsas en las grandes protagonistas. Algunos de los platos que más destacan son los dumplings, los huevos con morcilla o el cocico bautizado como 'Hong Kong Madriz'.

Sin embargo, irse de este sitio sin probar algún que otro postre puede llegar a ser como una especie de pecado. Una de las propuestas que más llama la atención es el churro. Este lleva saté de chocolate, caramelo brulée, chocolate negro tostado al wok, jenjibre, lemongrass y cacahuete. Una idea atrevida y llena de sabor. Pero la pregunta es: ¿está tan bueno como parece?

David, conocido en redes sociales como @buenisisimos, ha estado en RavioXO y se ha pedido este dulce. Lo ha probado y este ha sido su veredicto.

David ha vivido toda una experiencia gastronómica en RavioXO, el restaurante de Dabiz Muñoz. No obstante, no se podía ir de allí sin probar uno de sus postres estrella: los churros mexicanos. El postre cuesta un total de 14 euros, pero el chico ha querido confirmar si realmente merece la pena pagar este dinero.

En un vídeo muestra cómo y explica que va acompañado de una salsa de chocolate con caramelo por encima. Finalmente, lo degusta y este ha sido su veredicto final: «Madre mía, está buenísimo. El mejor churro de mi vida».