Un francés que vive en España opina sin tapujos sobre los españoles: «Son mucho más...»

A pesar de ser vecinos con una larga historia común, los españoles y los franceses no se llevan del todo bien

Imagen de archivo del bar Bergara, en San Sebastián Mikel Fraile

14/03/2025
Actualizado a las 15:34h.

Que los españoles y los franceses no se llevan del todo bien no es un secreto para nadie. A pesar de ser países vecinos con una larga historia común, las diferencias culturales y ciertos prejuicios han creado un terreno fértil para los malentendidos. Sin embargo, no siempre es así. ... Existen casos que demuestran que la convivencia entre ambas culturas puede ser mucho más cercana y positiva de lo que parece.

Un ejemplo reciente es el que ha compartido el influencer francés @rillesenespagne en su cuenta de TikTok, donde suma más de 115.000 seguidores. En uno de sus últimos vídeos, entrevista a un compatriota que vive actualmente en España. En la conversación, explica por qué, después de un tiempo viviendo aquí, prefiere el estilo de vida español frente al francés.

Lo primero que destaca es la diferencia en el ritmo de vida y en la manera de gastar el dinero. Señala que, aunque en España los salarios son más bajos que en Francia, se destina una mayor parte de los ingresos al ocio y al disfrute personal. En su país de origen, según cuenta, la mentalidad es más ahorradora y se priorizan otros gastos.

Otra diferencia que menciona es el carácter de la gente. Según relata, los españoles son mucho más acogedores y cercanos. Cuenta que cuando llegó al país no le resultó difícil hacer amigos, incluso conoció a su primer amigo en una parada de autobús. Al escuchar su acento, un hombre le preguntó de dónde era y a partir de ahí comenzaron una conversación que terminó en una amistad. Días después, ese mismo hombre lo invitó a conocer su barrio y lo recibió de manera muy hospitalaria, algo que, asegura, sería impensable en Francia, donde las relaciones sociales son más distantes.

¿Volvería a vivir en Francia?

Sin embargo, también apunta algunas diferencias culturales que le han sorprendido. Una de ellas es el trato informal en la conversación cotidiana. En Francia, se le da más importancia al uso de fórmulas como «por favor» y «gracias», algo que, según dice, es menos habitual en España.

Al ser preguntado sobre si volvería a vivir en Francia, el joven se muestra indeciso. Aclara que no lo descarta, aunque si regresara no lo haría a París, sino a otra ciudad más tranquila. Por ahora, está encantado con su vida en España y con el ambiente que ha encontrado aquí.