Un experto barista te enseña a pedir café de forma correcta según el tipo que deseas: «El orden es crucial»

Eso sí, lo comentado sobre las virtudes que se le atribuyen al café, sepa quien lee estas líneas que se trata de solo; ni con leche ni 'macchiato', ni 'mocca', y ni mucho menos si hablamos de un carajillo. En una taza estándar - el tamaño de un 'expreso' - bastan 7 gramos de producto, lo que daría como resultado unos 30 mililitros: el agua caliente a presión alta hace que el café se obtenga rápidamente.

En España se consumen 66 millones de tazas de café al día, un producto que cada vez encontramos más caro. De hecho su precio ha subido sobre un 70% en el último año, según datos de la Organización Internacional del Café (OIC).

Cabe destacar que existen dos especies de café que se utilizan para nuestro consumo: arábica y robusta. El primero se cultiva en las alturas, tiene bajo contenido en cafeína, se cosecha en máquinas, y muestra un sabor dulce, sabroso y delicado.

Por otro lado, el segundo crece a nivel del mar, se recoge de forma manual, es más amargo y también más sencillo de cultivar. Para los expertos, el buen café debe quedarse encima de la lengua, y por ejemplo, el 'expreso' correcto nos mantiene un regusto en la boca que nos anima a tomar más.

Pero ¿lo pedimos correctamente? Lo más popular en España es el café con leche, según los datos, pero hay multitud de formas de tomarlo, y sobre todo de pedirlo en los bares.

Desde la tienda valenciana especializada en café, Ikorekofi explican con un vídeo en Tik Tok, que «el 80% de las personas piden mal el café» y por ello han querido explicar cómo hacerlo de la mejor manera posible.

«Es la base de todas las bebidas», explica el barista mostrando un espresso, «pequeño, intenso y con cuerpo», cuenta. Después, añadiendo un poco de crema de leche se forma el 'macchiato', el segundo eslabón de los cafés, según la marca de especialidad.

Después el experto muestra en la grabación un americano, ese café en taza grande al que se le añade la cantidad de agua deseada para aquellos que les «gusta el café con todo el sabor pero más suave». Ojo con echar agua del grifo, que el barista cuenta con multitud de vídeos en el que alerta de esta práctica tan común, sobre todo en Madrid.

El siguiente es el flatwhite, que está compuesto por un doble espresso «con un poquito de crema», para los que quieren mantener la intensidad del café original, pero optan por suavizarlo con un toque de leche.

El latte largo o 'latte macchiato', apunta, es la forma invertida del flatwithe, pues la base es la leche y se «mancha» con café, mientras que el long black es lo mismo aplicado al americano, o sea, una base de agua caliente a la que se le añade el café. Por último, uno de los más famosos en el planeta entero, el capuccino. Según indica el experto, se empieza con «la misma base que el expreso» a la que se le une la «crema de la leche vaporizada», nunca la leche líquida porque si no pierde su textura característica.