Una española que vive en Ámsterdam muestra el precio del aceite de oliva en los supermercados: «Creo que en España también están por ahí»
Carmen queda sorprendida con el precio de los huevos, los desodorantes o el vino
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Carmen, durante su visita al supermercado en Ámsterdam
Los Países Bajos son un destino muy apetecible para los jóvenes que quieren salir de España durante un tiempo para mejorar a nivel de formación, crecer profesionalmente o practicar inglés. El país ofrece una alta calidad de vida, con un sistema excelente de ... salud y también muy buen sistema educativo, bajos índices de criminalidad, buenas infraestructuras, seguramente lo más apreciado, una cultura muy abierta, diversa y tolerante.
Eso no quita que muchos españoles que se instalan allí sufran choques culturales en ámbitos variados. Uno de los ámbitos con más diferencias suelen ser las compras y supermercados, entre otros aspectos, por la diversidad de precios que se pueden encontrar. Carmen, una barcelonesa que vive allí, ha querido hablar de ello en su cuenta de TikTok (@_carmeen23).
«¿Es caro o barato comprar en un supermercado aquí, en Ámsterdam?», se pregunta ella en el vídeo, con el que pretende «estar comparando precios» entre su país natal y el de acogida. Carmen acude, en concreto, a un establecimiento de la cadena holandesa Albert Heijn, una de las más comunes y normales en el país.
«Una barbaridad»
Carmen empieza mostrando algo que le parece «bastante caro», que son las verdyras, y lo ejemplifica con una oferta de dos calabacines por 1,50 euros o «cuatro manzanitas» por 2,99 o 3,49 euros, algo que le parece «una barbaridad». Además, cinco «tomatitos» le salen por 1,96 euros.
«Los aceites de oliva no están tan caros», sigue ella, mostrando una estantería con varios modelos a precios cercanos a los 6 euros. «Tampoco están tan caros, creo que en España también están por ahí», añade ella. Además, una decena de huevos le salen a 3,99 euros «y son los más baratos», y Carmen también busca la sección de chorizos, donde muestra un fuet «que teóricamente es español» y que cuesta 3 euritos.
En la recta final del vídeo enseña un brick de leche, que parece sin lactosa, y que cuesta 1,89 euros, algo que le sorprende. La barcelonesa sigue y muestra yogures u «olivitas, 2,99 euros y vienen literalmente cuatro contadas». Igualmente, una ración de queso cortado, con pocos trozos, sale a 2,39 euros, aunque está a una sección de ofertas con tres productos a seis euros.
Por otro lado, Carmen observa que lo desodorantes cuestan 6, 5 o 4 euros y añade que «lo que sí creo que está barato son los vinos. A ver, sí es verdad que depende de cuales pero... 8, 6, 5 euros, 7... », destaca la joven. Para concluir su vídeo, ella muestra que ha comprado dos cestas con productos «que no es mucho»: su acompañante augura que será «un pastizal» y, como ella enseña en primer plano, que al final tiene que pagar 54,44 euros.
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