Un español prueba la ración de desayuno que sirven a las Fuerzas Armadas: «Una maravilla»

El experto -con más de 3,5 millones de seguidores- se dedica principalmente a probar distintos tipos de alimentos, incluyendo raciones militares de varios países. La ración de comida que se le da a los soldados cuando están de misión tiene que estar adaptada a las necesidades y adelantarse a las posibles carencias que haya en el lugar donde se encuentren.

Gracias a métodos de conservación como el enlatado, la deshidratación, o el envase al vacío, los alimentos mantenerse durante largos períodos de tiempo, incluso años.

Uno de los últimos vídeos que ha compartido prueba la nueva ración de comida del ejército español, en este caso liofilizada, a la que sólo hay que añadir agua. Este tipo de alimento ha sido deshidratado mediante un proceso de congelación y posterior eliminación del agua.

«Hoy vamos a probar el desayuno número 4 de las Fuerzas Armadas de España», inicia diciendo en la grabación el creador de contenido, que sostiene que no lo había probado nunca mientras comienza abrir una serie de envoltorios donde se encuentra la ración.

«Unos sobres de leche en polvo semidesnatada, miel, sales en polvo para la rehidratación, y dos de café instantáneo», enumera el experto, que abre todo con una navaja con mucha sutileza.

Prosigue Arunciante en la grabación mostrando las distintas cosas de las que se compone este kit de desayuno: «Dos de azúcar, gel hidroalcohólico, crema fluorada y un cepillo de dientes», indica mientras lo abre.

Entre lo que se encuentra el experto también hay dos pastillas potabilizadoras, copos de cereales con fruta y miel, crema de cacao, galletas dulces, dos pastillas combustibles con sus cerillas, papel higiénico y servilletas, un hornillo para calentar la comida, y como no, unos chicles.

Durante el vídeo el experto enseña cómo preparar el hornillo para calentar el café así como el uso de las pastillas combustibles. «Ni fea que mate ni guapa que reviente», indica el experto al probar los cereales en el propio paquete. «Básicos, y a mi parecer escasos», continúa Arunciante, que prosigue con la miel, por «curiosidad». Una cucharadita, granulada y con buen color, que hace que el experto se relama. «Es poca, pero de buena calidad», sostiene mientras, ahora sí, por fín, prueba el café junto a unas gallegas y la crema de cacao. «Una maravilla», finaliza, no sin antes abrir el clásico chicle de la ración española.