Un empresario ruso revela las principales diferencias entre Rusia y nuestro país: «Es España hace 200 años»
El emprendedor señaló que las disparidades entre ambos países van más allá de lo anecdótico o superficial
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Cuando una persona emigra y se instala en un nuevo país, uno de los primeros obstáculos que encuentra no es tanto el idioma, ni siquiera el papeleo burocrático, sino los choques culturales. Las costumbres, la forma de relacionarse, los horarios o incluso los gestos pueden convertirse en fuente de desconcierto o, en el mejor de los casos, de fascinación. Pero no todos los contrastes son igual de intensos. Depende mucho del país del que uno viene y, por supuesto, a cuál se va. En el caso de Rusia y España, dos naciones separadas por miles de kilómetros y siglos de historia, estas diferencias pueden ser especialmente notorias. Así lo ha expresado el empresario ruso Mark Rakhilkin en una entrevista en el pódcast 'Proyecto Despegue', donde compartió su experiencia personal viviendo en nuestro país.
«Las diferencias son enormes, somos personas totalmente diferentes», comienza afirmando el empresario, señalando que la distancia entre la mentalidad rusa y la española va más allá de lo anecdótico o superficial. Según revela, no se trata solo de cómo se celebra el Año Nuevo o del horario de las comidas, sino de estructuras sociales, valores, actitudes y maneras de entender el mundo.
El empresario, que se ha instalado en España tras vivir la mayor parte de su vida en Rusia, asegura que, mientras en España predominan actitudes abiertas, liberales y una sociedad en continuo cambio, su país de origen permanece anclado en valores más firmes y conservadores. «Somos bastante más tradicionales que los españoles», sostiene, revelando que «Rusia es España hace 200 años». En su opinión, Rusia mantiene un espíritu muy diferente, donde la modernidad no ha logrado diluir del todo las tradiciones cultivadas siglos atrás.
«Es España quizás hasta con valores franquistas», afirma, señalando que, en Rusia, valores como la familia, la religión y el orden en el espacio público siguen teniendo un peso muy fuerte. «Es España con el valor de la familia, el valor de la tradición, el valor de la religión, que las calles no estén disfrazadas de colorines… eso es Rusia, ¿sabes?», explica, en alusión a lo que él considera un exceso de permisividad o liberalismo en la sociedad española contemporánea.
Clima, guerras y hambrunas
Según el último informe de 'World Values Survey', publicado en 2022, Rusia figura entre los países más tradicionalistas de Europa, mientras que España se posiciona entre los más secularizados y abiertos a cambios sociales. En temas como el matrimonio, la religión o los derechos LGTBI, las diferencias de percepción entre ambas poblaciones son notables.
«No creo tampoco que somos una sociedad que avance en algún momento a lo que es España, porque la gente de Rusia es muy tradicional y es gente dura», añade. Para Rakhilkin, esa resistencia al cambio tiene también un componente cultural forjado a través de generaciones. En ese sentido, el 'Pew Research Center' señaló que, más del 70% de los rusos, se identifican con la Iglesia Ortodoxa y la consideran un pilar fundamental de su identidad nacional. Además, la presión de un clima severo sumado a una historia de guerras, hambrunasy regímenes autoritarios, ha dejado una huella emocional profunda en el carácter ruso. «No es lo mismo vivir en Navidad a 1 grado que vivir en Navidad a -20... Se forja un carácter diferente», concluye el empresario, vinculando la personalidad rusa a ese entorno duro, tanto física como socialmente.
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