Corría el año 2018 cuando una fotografía captada en una discoteca de Edimburgo se convirtió en un fenómeno global. En ella, un joven aparentemente entusiasmado le hablaba al oído a una chica visiblemente harta, sujetando su abrigo con gesto resignado. La escena, inmortalizada en ... el evento universitario Milk Tuesdays en el club Bourbon, se convirtió en el meme perfecto para hablar del 'mansplaining' y las conversaciones indeseadas en mitad de una fiesta.
Ahora, siete años después, Patrick Ritchie y Lucía Gorman —los protagonistas de la escena— han roto su silencio. Él, topógrafo comercial y por entonces un estudiante de 18 años recién aceptado en la Universidad de Aberdeen, asegura que no recuerda qué le estaba diciendo a Lucía en ese instante: «Me debió de parecer muy divertido en su momento. Hablé con ella varias veces esa noche. No sabía que alguien había sacado una foto».
Lucía, por su parte, tampoco recuerda las palabras exactas, pero sí la sensación: «Solo quería irme a casa. Me estaban mordiendo la oreja con tanta charla». Hoy, con 24 años y trabajando como subdirectora de marca en Premier Foods, reflexiona sobre la viralidad del momento: «Creo que muchas mujeres conectaron con esa foto. Aunque Patrick no fue desagradable, las chicas en los clubes sufrimos mucho 'mansplaining'».
Ambos comparten recuerdos entre risas. Se conocían del colegio y siguen viéndose de vez en cuando. Incluso barajan recrear la imagen original. «Me cuesta poner la misma cara de aburrimiento, pero quizás deberíamos intentarlo», admite Lucía.
La imagen, calificada por muchos como «la foto de club nocturno más relatable de la historia», pasó a formar parte del imaginario colectivo de una generación y les persiguió durante sus años de universidad. Eso sí, ni ella ni Patrick poseen los derechos de la imagen: pertenecen al fotógrafo que la vendió a Vice.
Lucía ha reaparecido recientemente en una campaña junto a Samsung para promocionar la función Best Face del nuevo Galaxy A56 5G, que promete prevenir desastres fotográficos como el suyo. Un gesto con el que, lejos de negar su pasado viral, lo abraza con humor. Como dice la propia Lucía: «Podría haber sido una foto peor«.
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