Decide ser monja con 20 años y renuncia a su vocación para casarse con el padre de su hija: «No era tan religiosa»

La joven ha confesado que pensó que era su vocación, pero conoció al hombre y «el resto es historia»

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Decide ser monja con 20 años y renuncia a su elección para casarse con el padre de su hija: «No era tan religiosa» TikTok

Agostina López es una argentina que tenía 20 años cuando tomó una decisión que le cambió la vida por completo. Siguió el camino de la religión y se hizo monja. Sin embargo, años más tarde, acabó arrepintiéndose.

La joven, que en TikTok ... es conocida como @vestigia.babystore, ha narrado en la red social cómo fue esta experiencia y qué le hizo darse cuenta de que había cometido un error. El vídeo suma más de 850.000 reproducciones.

El motivo que le llevó a convertirse en monja

En primer lugar, Agostina cuenta por qué se convirtió en monja a pesar de «no ser tan religiosa». «Me fui a un mes a un monasterio en España y volví con ganas de irme a vivir allí. Todo era como muy perfecto. Era renunciar a los problemas, al trabajo, a la economía, a mantener una familia. De repente, era una gran solución», explica.

La argentina indica que propuso quedarse en el país europeo, pero no fue posible. «Me dijeron que tenía que volver a casa, rezar, pensar bien si era mi vocación», añade.

Cuando lo tenía más claro que nunca, le sucedió algo que puso patas arriba su vida. «En plena pandemia me invitaron a hacer un rosario por YouTube y se conectó Ezequiel, mi marido, que en ese momento no lo conocía de nada. Ya estaba terminando el vídeo y me dejé el micrófono abierto. Me puse a hablar sobre la comida de hoy y me llegó un mensaje de él que decía 'me gustó mucho tu participación, suerte con la pizza'», relata.

Mensajes de WhatsApp, quedadas y una misa clandestina

A partir de ahí, empezaron a hablar y él le pidió su WhatsApp, aunque ella sabía que no era lo correcto. «Soy monja, no te atravas a chamuyarme», pensó en ese instante. También reconoce que le acabó dando el número. «La menos monja de las monjas», dice.

Tras un tiempo charlando, comenzaron a quedar para salir a andar, puesto que eran vecinos. Todo iba a más, pero la joven siempre echaba el freno. Él insistía. «Me decía que existía otra vocación, que también podía formar una familia», afirma.

«Empezamos a ir a una misa clandestina. Me señaló el altar y me dijo 'imágínate cuando estemos los dos ahí'. La inseguridad que yo tenía en ese momento era increíble», manifiesta.

La argetina cuenta que cuando salieron de la iglesia él le propuso ir a tomar algo. Al principio le dijo que no, pero luego aceptó y «el resto es historia». «Renuncié a ser monja para casarme con mi marido y padre de mi hija», concluye.

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