Así debes usar el aceite de oliva para no notar tanto la subida de precio

Reducir las frituras o usar otros aceites para freír. Este es el tipo de cocinado que más aceite requiere, junto con confitar, por lo que podemos intentar recurrir a otras técnicas que, además, son más saludables. Si nos apetecen unas croquetas, no queda otra que freír para que queden 'como Dios manda', pero los cocineros indican que se puede hacer perfectamente con aceite de girasol o de orujo, que es más barato.

No quemar el aceite para poder reutilizarlo. Enlazado con su uso para freír, desechar tal cantidad de aceite con solo un uso es un gran malgasto. Por ello conviene tratar bien el aceite y no ponerlo nunca por encima de los 180 grados, esto evitará que se queme. En un buen estado, filtrado y alejado de la humedad, podemos reutilizar este aceite perfectamente para otra elaboración.

Limitar el virgen extra. Al tratarse del tipo de aceite más caro, no hace falta usarlo en cada plato, pues en ocasiones no tiene sentido. Como indican varios chefs por ejemplo, en los sofritos o salsas es recomendable evitar el virgen extra porque quita protagonismo a los otros alimentos. Como alternativas tenemos el suave o el de girasol, que tienen un precio más reducido. Además, a veces tendemos a abusar del aceite, como en algunas salsas en las que el aceite flota, por lo que conviene revisar la cantidad que echamos.

Pulverizadores y vinagretas para usarlo en crudo. Imaginemos una ensalada, ¿quién no prefiere usar un buen aceite de oliva virgen extra con un sabor que destaque? En este caso, no hace falta renunciar a él, siempre que sea un chorrito comedido, pero hay una forma de reducir la cantidad. El truco es hacer una vinagreta previa, en la que reducir el aceite y mezclar con vinagre o limón, mas hierbas aromáticas. Además, si no queremos desperdiciar ni una gota, los pulverizadores son una gran opción que nos ayuda a repartirlo mejor y medir cuánto aceite usamos.