Un biólogo experto en longevidad explica qué se debe cenar para vivir más de 100 años: en España no lo cumplimos

Para quien se sienta identificado con ello, es importante tener en cuenta que tomar cenas en las que haya ultraprocesados o alimentos fuertes, además de que sean copiosas, estaría afectando negativamente a nuestra salud más de lo que pensamos. Otro factor a tener en cuenta es el momento en que cenamos pues, hacerlo muy tarde también sería perjudicial para nuestro a organismo tanto a corto como a largo plazo.

Teniendo en cuenta que España es uno de los países en los que más tarde se cena, de media, después de las nueve de la noche, sería bueno que revisáramos nuestras costumbres y maneras de cenar. Todo ello lo suscribe el doctor Valter Longo, un destacado investigador del campo de la longevidad, biogerontólogo y biólogo celular italiano-estadounidense.

El que también es Director del Laboratorio de Longevidad y Cáncer en el prestigioso Instituto de Oncología Molecular IFOM en Milán, cuenta con una dilatada carrera en la que ha estudiado factores que propician la longevidad, esperanza y calidad de vida, uno de ellos tiene mucho que ver con la cena.

En concreto, Longo indica que uno de sus hallazgos más importantes es que no se debe cenar fuerte ni pesado. Esto es debido a que una cena de estas características podría interferir en los ritmos naturales del cuerpo y empeorar nuestra digrstión y metabolismo. En su lugar, Longo advierte que se deben cenar alimentos ligeros, dentro de una alimentación equilibrada complementaria al resto del día, con alimentos nutritivos y suaves, que faciliten la digestión y nos ayuden a dormir mejor.

Según uno de los libros de Longo 'La dieta de la longevidad. Comer bien para vivir sano hasta los 110 años', unos de los alimentos que se deben restringir son las llamadas '5 P venenosas': Pizza, pasta, proteínas animales (especialmente las ricas en grasas), patatas y pan.

Otro de los factores que, a la larga, nos ofrece mayor salud y esperanza de vida es cenar temprano, sin hacerlo muy cerca de la hora a la que nos vamos a dormir. A ello se une uno de los consejos más habituales de Longo, el de espaciar la ingesta de comidas, realizando un 'ayuno' de 12 horas cada día, algo que se puede hacer por ejemplo entre la cena y el desayuno, por eso la importancia de cenar pronto.

Con este tipo de ayuno ayudas a regular los niveles de azúcar en sangre, mejorar la sensibilidad a la insulina y, a largo plazo, tener mejor salud y mayor longevidad. La estrategia de hacer las comidas durante 12 horas y ayunar durante las 12 restantes está basada en múltiples estudios científicos, como por ejemplo la investigación publicada en 'National Library of Medicine' que se desarrolló en la Universidad Estatal de Louisiana.

En ella se demostró que el ayuno de 12 horas mejoró la capacidad de los participantes de quemar carbohidratos a quemar grasa, algo que denominan como flexibilidad metabólica. Al medir las calorías, carbohidratos, grasas y proteínas que se quemaban, observaron que, quienes siguieron el sistema de ayudono, tenían un metabolismo más relantizado, algo que podría influir en la longevidad.