El aviso de Gonzalo Bernardos sobre las consecuencias de la reducción de la jornada laboral en España

La idea de este acuerdo es que las horas se reduzcan progresivamente para finalmente llegar a esas 37,5 horas semanales en el año 2025. No obstante, en el horizonte se plantea «una mesa con los interlocutores sociales que evalúe los resultados de la reducción y siga avanzando en la disminución de la jornada legal».

Los aspectos relacionados con este punto del acuerdo están generando numerosas impresiones desde los distintos sectores sociales y empresariales, así como el análisis de los economistas. Uno de ellos, Gonzalo Bernardos, muy popular en las tertulias televisivas, intervino este martes en Telecinco y explicó cómo podría afectar esta medida y lanzó un aviso.

Para el economista, España «no tiene un problema de horas de trabajo sino de salarios». Bernardos ha aclarado que, de partida, es una buena noticia la reducción de la jornada laboral ya que en los últimos 40 años la productividad ha mejorado, pero no se ha producido ningún cambio.

No obstante, también ha querido advertir sobre la posibilidad de que una vez alcanzadas las 37,5 horas, la jornada continúe reduciéndose: «Una bajada a 35 horas significa que se reduce un 12,5% la jornada laboral. Estoy en contra porque eso significa que las empresas van a tener un aumento de los costes de producción». Así, según el economista, ese aumento de costes se resolverá «subiendo menos el sueldo o contratando menos trabajadores».

Por este motivo, Bernardos pide compatibilizar: «Dos horas y media de bajada me parece bien, pero que no implique una pérdida de ocupación significativa». En este sentido, tras recordar que muchas empresas de gran tamaño o medianas ya aplican esta jornada, señaló que se «debería aplicar en todas las empresas».

De hecho, el economista y profesor de la Universidad de Barcelona, explicó que en los últimos años se ha generado un nuevo perfil de «pobre»: los que trabajan a tiempo completo «pero que les pagan tan mal que no les da para cubrir sus necesidades básicas» o los que van de un trabajo a otros.

Bernardos ha pedido que beneficie a todos, tanto los que tienen un buen trabajo con la reducción de su jornada como a aquellos «que tienen un trabajo deficiente» que no se corresponde con su formación ni sus expectativas salariales.