Un arquitecto da las claves para insonorizar tu casa a bajo coste: «Teniendo esto en mente...»
Eliminar los molestos ruidos externos se ha convertido en una necesidad creciente, pero no todos los hogares cuentan con los recursos para hacer grandes reformas
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Uno de los problemas más molestos en los hogares es el ruido, especialmente en entornos urbanos. Ya sea el tráfico de la calle, las conversaciones de los vecinos o el constante traqueteo de electrodomésticos, estos sonidos no solo interrumpen nuestro descanso, ... sino que pueden arruinar momentos de relajación como leer un libro, o, simplemente, disfrutar de una película. La insonorización se ha convertido en una necesidad creciente, pero no todos los hogares cuentan con los recursos para hacer grandes reformas. Sin embargo, existen soluciones accesibles y de bajo coste que pueden mejorar significativamente el confort acústico de una vivienda. En ese sentido, el arquitecto Edu Saz, conocido por su canal de YouTube en el que habla sobre temas de reformas y arquitectura, ha compartido varios consejos para insonorizar nuestro hogar sin gastar una fortuna.
En el vídeo, que acumula más de 41.000 reproducciones, Saz destaca la importancia del aislamiento acústico en la vida diaria y cómo puede mejorar la calidad de vida de las personas. «Yo diría que pocas cosas hay tan molestas cuando estás en casa como estar escuchando a tu vecino de fondo o cualquier ruido de la calle, y si no que se lo digan a los vecinos del Bernabéu», señala el arquitecto.
El impacto del sonido y cómo reducirlo
El sonido, tal como explica el arquitecto, es una vibración que se propaga a través del aire y otros medios, como las paredes, ventanas, suelos y techos. «Cuando estas ondas impactan en una superficie, esa energía puede ser absorbida, reflejada o transmitida. Normalmente, es un mix de las tres», detalla. Según manifiesta, los materiales de construcción comunes, como el hormigón, el ladrillo o el vidrio, pueden transmitir esas ondas sonoras, lo que lleva a la propagación del ruido en el interior de los edificios.
La capacidad de los materiales para bloquear o transmitir el sonido depende de su densidad, grosor y estructura. Saz hace una distinción clave entre dos tipos de ruidos: los aéreos, que se transmiten por el aire (como la música o las voces), y los ruidos de impacto, que se acompañan de vibraciones (como los golpes o las pisadas). Este último tipo de ruido es especialmente problemático en edificios antiguos o mal diseñados.
Soluciones más caras e invasivas pero más efectivas
«Teniendo todo esto en mente hoy vamos a ver varias estrategias para mejorar nuestra calidad de vida haciendo que estos ruidos tan molestos disminuyan», revela. La primera solución que propone Saz implica obras más significativas, pero también es la más efectiva. «Se trata de instalar capas aislantes en las superficies de la vivienda, como lana de roca, copopren o fibra de vidrio», explica. Estos materiales son muy absorbentes y ayudan a atrapar las ondas sonoras, lo que reduce la transmisión del ruido. Sin embargo, esta solución requiere una inversión significativa tanto en mano de obra como en materiales. «Cuanto más espesor, mejor funcionará la protección», añade el arquitecto, advirtiendo que es crucial no dejar huecos sin cubrir para maximizar la efectividad.
Otra opción, en este caso para fachadas, es la inyección de poliuretano en las cámaras de aire, una técnica utilizada en edificios antiguos. Aunque puede ser una solución efectiva, Saz advierte que implica hacer múltiples aberturas en la pared, lo que puede resultar bastante molesto.
Para suelos, Saz recomienda aprovechar las reformas para instalar barreras acústicas. «Si vas a cambiar el suelo, puedes colocar una tarima flotante sobre una base de espuma o corcho, lo que mejorará la insonorización», aconseja. Del mismo modo, bajar los techos e instalar un falso techo con aislamiento puede ser una solución eficaz, aunque implica perder algo de altura en la vivienda.
Soluciones sencillas y de bajo coste pero menos efectivas
Sin embargo, no todos los problemas de ruido requieren grandes obras. «Si no vas a hacer reformas, puedes mejorar la situación con soluciones más sencillas», señala Saz. Una de las más eficaces es mejorar las ventanas. «Muchas veces se instalan ventanas correderas que, de base, son menos estancas que las abatibles. Además, es importante que las ventanas estén bien instaladas y que los vidrios sean, al menos, dobles o incluso triples para un mejor aislamiento», comenta el arquitecto, quien asegura que una buena inversión en ventanas puede marcar una gran diferencia.
Por último, el arquitecto sugiere optar por puertas macizas en lugar de huecas para reducir el ruido entre habitaciones. «Las puertas huecas, aunque más económicas, no bloquean el sonido de la misma manera que una puerta maciza», explica. Además, recomienda prestar atención a la ubicación de los armarios y otros muebles. «La ropa y los textiles son grandes absorbentes de sonido, por lo que colocar un armario en una pared que separe habitaciones ruidosas puede ayudar a reducir la transmisión del ruido», agrega.
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