Una argentina que vive en España, sin palabras con lo que hacemos a las 11 de la mañana en nuestro país: «Me descoloca»
Juliana Bereny, que reside en nuestro territorio desde hace siete años, alucina con algunas costumbres de los españoles
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Una argentina que vive en España, sin palabras con lo que hacemos a las 11 de la mañana en nuestro país: «Me descoloca»
Aquellos ciudadanos que se mudan de país experimentan una gran cantidad de choques culturales. Cada territorio tiene sus propias normas y costumbres, por lo que muchos aspectos de la vida pueden cambiar notablemente.
Lo cierto es que estas diferencias se pueden encontrar en ... cualquier lugar o situación: en los colegios, en las oficinas de trabajo, en los hospitales, en las calles e, incluso, en los supermercados.
De hecho, algunos de estos contrastes son tan fuertes que hay quienes no logran acostumbrarse. Esto es lo que le sucede a Juliana Bereny, una argentina que reside desde hace siete años en España. La joven habla en un vídeo de TikTok sobre el estilo de vida de los españoles y asegura que hay cosas que le dejan sin palabras. En concreto, destaca algo que hacemos a las 11 de la mañana.
Lo que hacemos los españoles a las 11 de la mañana y que deja sin palabras a una argentina
Juliana Bereny ha publicado un vídeo en TikTok en el que habla sobre cuatro cosas que le siguen llamando mucho la atención a pesar de llevar siete años viviendo en España.
En primer lugar, menciona algo que hacemos los españoles a las 11 de la mañana. «Gente tomando cerveza como si fuese un café con tostadas», comenta.
También le impacta la atención que recibe en cualquier bar. «Todavía no te has sentado y ya te están preguntando lo que quieres. Para. Ni siquiera me he quitado el abrigo», declara.
Asimismo, la chica alucina con el «silencio sepulcral» que hay en el transporte público. «En Argentina te enteras de tres divorcios, del clima y de algún otro chisme», sostiene.
Por último, no comprende que los españoles cenemos a las 22.00 horas. «Me descoloca completamente», señala. «Emigrar no es un drama, pero tampoco es un viaje de egresados», concluye.
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