En 'La ignorancia', Milan Kundera se sirve de 'La Odisea' para dibujar el retorno a República Checa de dos antiguos emigrados. El llamado Gran Regreso, la memoria, la patria, el amor, la identidad de uno, quizá más fragmentada de lo que piensa, el paso del ... tiempo, todo, todo cabe en esta narración sublime, y luego lo de 'La Odisea', el retorno a la Ítaca natal, Penélope, el retorno a la Ítaca natal, el retorno a la Ítaca natal.
Sí, es bastante improbable que Homero pensase en Vicky aposentado en aquella vieja Grecia, pero a la inversa sí, es posible que Vicky piense o haya pensado en Homero al regresar a su Ítaca natal siete años después de abandonarla. Lo que encontró bien podría haberlo diseñado el mismo Kundera. Lo compartió a través de su cuenta de TikTok: «No puedo creer el precio de la ropa».
A las puertas de un escaparate, Vicky contempla, perpleja, algunas de las piezas de ropa expuestas: «Hace siete años que no vivo en Argentina, y he vuelto ahora de vacaciones. Están locos con los precios, locos, locos de la cabeza. Un tapado tan simple como este cuesta más o menos 400 euros. Este pantalón, sí, este, unos 90». No tarda en referirse a la marca: «Esta marca, Chocolate, sería como el Bershka en España».
Mesa redonda en comentarios
En la caja de comentarios, claro, la gente propone y depropone cuestiones derivadas de la evidencia mostrada en el vídeo: «Chocolate no tiene nada que ver con el modelo de negocio de Bershka. Inditex produce en Asia. La mano de obra en Bangladesh tiene otro coste. Y los impuestos en Argentina son otros, también», o «No sé, pero Chocolate no me parece como Bershka, que es lo más barato que hay, fabricado además donde puedan pagar los peores sueldos. ¿De qué material es el tapado y dónde lo fabricaron? 400 euros no alcanza para buena calidad en Europa».
Ejemplo que muestra Vicky del precio de algunas prendas en la tienda visitada en Argentina
vickyinspainn
En cualquier caso, y tratándose ya del vídeo más viral del perfil de TikTok de Vicky, ella termina por expresar su profunda pena. Además, añade: «No entiendo cómo la gente se puede comprar ropa en este país».
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