Un superagente del FBI te enseña cuatro trucos mentales para caer bien a todo el mundo

1-Debes ser un reflejo.

En palabras de este libro, al resto de los humanos les encanta que actuemos como ellos (al menos cuando no les conocemos) porque les genera sensación de seguridad.

Por ello, cuando acabes de conocer a alguien lo mejor es que trates de sincronizar tus gestos y movimientos con los suyos , ya que así lograrás que responda de forma amistosa.

Lo contrario también es peligroso, ya que puede generar una respuesta defensiva. Así pues, y como ejemplo, si tu interlocutor cruza las piernas , haz lo mismo al poco tiempo.

2-Hazle cumplidos en tercera persona.

La clave de los halagos es que nunca, pero nunca, deben hacerse en primera persona si acabas de conocer a una persona (al menos si buscas su amistad). La razón es que tu interlocutor puede entender que están intentando ganarte su favor y no estás siendo sincero, lo que generará una reacción totalmente contraria a la que buscas.

¿Lo mejor? Hacer cumplidos en tercera persona diciendo que los has oído de otros. «Encantado de concerte, me han dicho que eres muy simpáticos» es un ejemplo. A su vez, en palabras de este libro, es la forma idónea de alabar la inteligencia de una mujer .

3-Los movimientos secretos.

El movimiento secreto que cautivará a tus interlocutores es el de mover ligeramente la cabeza y tocarte el pelo . Este truco es considerado por los expertos como un increíble refuerzo positivo para el receptor, y hará que la otra persona te reciba de forma amistosa. Pero ten cuidado porque, si una mujer lo hace mirando hacia un lado.... es que no quiere saber nada de tí.

El lenguaje gestual también es sumamente importante. Así pues, si quieres mostrar tu interés de una forma no agresiva a una posible pareja (y especialmente si eres hombre) deberás mover ligeramente la cabeza hacia un lado y sonriendo. Este sencillo gesto hace que la otra persona te perciba como un amigo.

4-Muestra interés en las otras personas.

Parece una norma básica, pero -en palabras del autor de esta obra- solemos centrarnos mucho en nosotros y no en el resto. Por ello, lo mejor es demostrar verdadero interés por la otra persona escuchando sus problemas. Eso hará que te ganes su confianza.