Una pareja muere tras pasar tres días atrapada en el coche sin que la policía acudiera al lugar

La policía se declaró culpable en el Tribunal Superior de Edimburgo de la muerte de John Yuill, de 28 años, y de Bell, de 25, después de que su automóvil se estrellara en la M9 cerca de Stirling, Escocia.

Su coche había salido de la autopista y estaba al pie de un terraplén cerca de un cruce, donde estuvieron «expuestos a los elementos» entre el cinco y el ocho de julio de 2015.

Cuando los oficiales finalmente llegaron al lugar, Yuill estaba muerto y Bell, que resultó gravemente herida, murió cuatro días después en el hospital.

La llamada que alertaba a la policía sobre el accidente no se registró adecuadamente en su sistema.

La oficina del Jefe de Policía de Escocia admitió que no se aseguró de que las personas no estuvieran expuestas a riesgos para su salud y seguridad al no tener un «sistema de gestión de llamadas adecuado y confiable» entre el uno de abril de 2013 y uno de marzo de 2016.

Tampoco se aseguró de que el sistema «no fuera vulnerable a riesgos inaceptables derivados de errores humanos» y de que toda la información relevante comunicada por el público se registrara en un sistema informático para que pudiera ser considerada y respondida.

La policía admitió que, como resultado, hubo personas que estuvieron expuestas a riesgos. En particular, el cinco de julio de 2015, cuando un oficial de policía en el centro de llamadas de Bilston Glen Service Center no registró una llamada telefónica informando de que un vehículo estaba en la parte inferior de un terraplén.