El chico que se enfadó con su madre, se puso a cavar y ahora tiene una cueva con electricidad, calefacción y wifi

Tras años trabajando en ella, ahora está orgulloso de su cueva que tiene «un pasillo de escaleras, una pequeña salita y una habitación con una cama a la izquierda, unos asientos para los amigos y un pedrusco enorme que aún no he quitado».

Para hacerlo, ha contado con la ayuda de sus mejor amigo Andreu Palomero, que desde el 2018 trabajó con él en el proyecto con un pico eléctrico.

Andrés ha usado un sistema de poleas «casero», para no tener que cargar toda la tierra que va sacando, y ha ido incluyendo pilares para sostener las paredes.

Actualmente, según calcula, puede albergar a «unas 7 personas, como mucho» . En verano, cuando afuera pueden estar haciendo unos 35 o 40 grados centígrados, «abajo en la cueva hay unos frescos 20». Además, también consguido llevar el wifi hasta allí. Para el invierno, añadió una calefacción «con carbones» y «un hornito»

Tras viralizarse su hilo en Twitter, el joven recibió la visista de la Guardia Civil, pero como la cueva no se puede catalogar como sótano ni casa y está en el terreno de su familia todavía no sabe qé licencia necesita.