El gran 'sablazo': dos turistas denuncian a un bar griego por cobrarles 600 euros por dos mojitos

Brenda Moulton y su hija Kaylea, de 19 años, buscaban pasar un día idílico en la paradisíaca playa de Platys Gialos, pero vivieron el susto de sus vidas al ver la cuenta que tuvieron que pagar en el bar DK Oyster. Cuando se negaron a abonar, los empleados del establecimiento las amenazaron y les dijeron que no volverían a Estados Unidos, afirmó Moulton.

La pareja dijo que la comida y las bebidas que ordenaron no justifican el costo, pero admiten que se sentaron en las tumbonas del restaurante durante dos horas. « Les dije 'dos ​​mojitos y dos patas de cangrejo no dan para 600 euros. No te pagaré' . Luego me respondió textualmente: 'Llamaré a la policía. Te retendrán aquí y no volverás a tu país. Podemos encontrar fácilmente dónde vives'», declaró Moulton al medio local griego 'THEMA' sobre el incidente del 11 de mayo.

Las impresionantes vistas y el clima de ensueño se arruinaron repentinamente por las supuestas amenazas, y la madre y la hija, nerviosas, se apresuraron a pagar la cuenta. Al salir del restaurante, Moulton afirma que comenzó a advertir a los transeúntes para que no entraran al bar y evitaran los precios escandalosamente altos y las supuestas malas prácticas comerciales, pero el personal se enfrentó a ellas. «El 'jefe' del local salió furioso y se acercó a nosotras amenazante. Inmediatamente levanté la voz. Le grité...», contó Moulton.

La turista estadounidense dijo que una señora se le acercó y le contó que había visto una escena inquietantemente similar en el restaurante el día anterior y que la policía había estado involucrada.

La página de Tripadvisor del restaurante está inundada de reseñas reveladoras de clientes que afirman que fueron atraídos con la misma estrategia: camareros insistentes que ofrecían «tumbonas gratis», descripciones vagas de los precios del menú y, en última instancia, facturas astronómicas.

En respuesta a una crítica negativa, el establecimiento contestó: «No existe un país libre en el mundo occidental que nos obligue a explicarle a cada cliente por qué cobramos de la forma en que lo hacemos. Sin embargo, a menudo hemos tratado de explicar el gran costo de operar un negocio como el nuestro. ¿Le preguntarías a Bugatti por qué cobran tanto? ¿Le pedirías a todas las marcas de lujo que justifiquen sus precios? Puedes optar por productos y servicios más baratos. No hay monopolio».

Docenas de reseñas en Tripadvisor señalan quejas similares a las de las Moulton. Algunas personas advierten en sus mensajes a otras que eviten las «tácticas» de DK Oyster «como la peste». «Antes de darles mi tarjeta de crédito, pedí ver la factura y se negaron a dejarme ver nada. Este es un restaurante extremadamente corrupto», afirma una de las críticas. Otros clientes que dijeron que sus vacaciones se habían arruinado después de visitar el restaurante alegaron que habían sido insultados y maltratados cuando expresaron su preocupación por los altos precios.

El restaurante respondió a las críticas más antiguas del verano de 2021 en un tono pasivo-agresivo. «Si siente que los precios son demasiado altos y no puede pagarlos, resista la tentación de disfrutar de la hospitalidad de un restaurante o cualquier tipo de negocio que desee visitar. Créeme, las personas como usted no son tan raras en el mundo», se lee en una respuesta.

En mayo, la turista estadounidense Cheryl Lamphere le dijo a 'Daily Mail' que a ella y a sus amigas les cobraron 1.640 dólares por dos platos principales, una ensalada y un poco de pan. Lamphere afirma que el grupo fue apartado de otros clientes e intimidado para pagar la factura con tarjeta. «Todos los hombres en el restaurante se levantaron y nos rodearon, había al menos cinco de ellos, casi bloqueándonos. Fue una situación muy, muy aterradora porque éramos seis mujeres rodeadas por cinco hombres… Debo agregar, estaban todos vestidos de negro, eran una especie de gángster», dijo.

Una reseña reciente del DK Oyster Bar dice que «los insistentes camareros te engañarán para que pagues una factura más alta... y te intimidarán para que la pagues», mientras que otra afirma: «La factura superó los 400 € por un par de bebidas mal preparadas». En 2019, otro turista estadounidense quedó impactado al recibir una factura de 836 euros por unos calamares y cervezas en el mismo restaurante.

Incluso ha aparecido una web dedicada a advertir a los turistas sobre el bar: DKOysterScam.com. En ella, clientes anteriores cuentan su experiencia en el restaurante, contando, por ejemplo, que «los camareros presionan para que pidas» y que los menús «muestran el precio por gramo» lo que confunde a los turistas.

Ahora, madre e hija han iniciado acciones legales contra DK Oyster Bar. La abogada de Brenda Moulton, Marizanna Kikiri, afirma que sus clientes sufrieron amenazas y trato injusto por parte del restaurante.