La batalla judicial entre un humano y un macaco por los derechos de un «selfie» llega a su fin

El rostro del mono, que parece mostrar una gran sonrisa, con sus grandes dientes y sus ojos naranjas iluminados, hizo sensación cuando el fotógrafo británico, que logró recuperar su cámara y las imágenes tomadas por el macaco, la publicó en un libro . Fue entonces cuando Peta, una organización que defiende los derechos de los animales, denunció a David Slater argumentando que fue Naruto, el mono, el que «tomó la fotografía, y que, en consecuencia, le pertenecen los derechos de imagen, como sucedería con un humano ».

Por su parte, Slater, el fotógrafo, estimaba que él era el propietario legítimo de las fotografías porque era el dueño de la cámara y porque no se había alejado de ella más que algunos minutos, para darse cuenta, en seguida, que el macaco se había hecho con ella y había disparado.

Tras el acuerdo, Peta ha escrito en su blog: «En el marco del acuerdo, Slater ha aceptado donar un 25% de todos los futuros ingresos del uso o venta de las "selfies" del mono a organismos que protejan el hábitat de Naruto y a los otros macacos de Indonesia». Además, también ha señalado: «Naruto y la famosa "selfie del mono" que claramente tomó demuestra que él y los otros macacos son muy inteligentes, complejos, y que merecen de tener legalmente su propiedad intelectual y derechos».