Fácil 
20 min 
Por Rubén Amorín
Para 4
0.50€/pers.
300kcal/100g
Ingredientes
- 200 g. de pan del día anterior (si está duro, mejor)
- 4 huevos
- 250 ml. de leche
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
No sé vosotros, pero yo tengo una relación muy especial con el pan. No sé si será por los recuerdos de esas meriendas con amigos en las que nos inventábamos bocadillos imposibles. La cuestión es que, en mi cocina, el pan no se tira, ¡ni de broma! Y es que hoy os traigo una receta que es la reina de la sostenibilidad culinaria y del aprovechamiento: la tortilla de pan. Sí, como lo oís, vamos a convertir esos restos de pan duro en una auténtica delicia.
Pero antes de meternos en harina, nunca mejor dicho, os contaré una curiosidad. La primera vez que probé esta receta fue en casa de una amiga, en una de esas noches improvisadas que se convierten en una fiesta inolvidable. Habíamos planeado ver una película y comer algo rápido, y su abuela, que es la típica señora que con dos ingredientes te hace un banquete, nos sorprendió con esta tortilla de pan. Yo pensé: “¿Tortilla de pan? ¿Será esto una broma?” Pero nada más darle el primer bocado, supe que me había enamorado, y no precisamente de mi amiga. Así que hoy os invito a que os unáis a esta historia de amor culinario.
La tortilla de pan es una receta que tiene sus raíces en la cocina de aprovechamiento, esa cocina que nuestras abuelas dominaban a la perfección. En tiempos de escasez, la gente tenía que ingeniárselas para no desperdiciar nada, y el pan, que es uno de los alimentos más básicos, no podía ser una excepción. De todos modos, existen tantas variedades de tortilla como ingredientes desees mezclar. Por ejemplo, tenemos esta tortilla de champiñones, una opción muy española. O si queremos algo más asiático, podemos probar a cómo hacer okonomiyaki o tortilla japonesa.
Receta de tortilla de pan
Preparación paso a paso
- Vamos a empezar cortando el pan en trozos pequeños, como si fueran cubitos. No hace falta que sean perfectos, esto no es un concurso de cocina. Luego, ponemos los trozos de pan en un bol grande y los cubrimos con la leche. La idea es que el pan se empape bien y se ablande. Dejamos que repose unos 10 minutos. Esto nos dará tiempo para preparar el resto de ingredientes.
- Mientras el pan se empapa, pelamos y picamos la cebolla y el ajo en trozos finitos. Aquí no vale llorar, amigos. En una sartén grande, calentamos un chorrito generoso de aceite de oliva y añadimos la cebolla y el ajo. Los rehogamos a fuego medio hasta que estén bien doraditos y empiecen a soltar ese aroma irresistible que hace que todos en casa pregunten: “¿Qué estás cocinando?” No os preocupéis, aún queda lo mejor.
- Volvemos al bol del pan, que ya debería estar bien empapado y blandito. Apretamos un poco con las manos para eliminar el exceso de leche, pero no os paséis, no queremos que el pan se quede seco.
- En otro bol, batimos los huevos como si fuésemos a preparar una tortilla normal. Añadimos una pizca de sal y un poco de pimienta negra.
- Ahora, mezclamos los huevos batidos con el pan empapado. Removemos bien para que se integren todos los ingredientes y añadimos la cebolla y el ajo pochados. Veréis cómo la mezcla empieza a tomar una consistencia interesante, casi cremosa.
- Volvemos a la sartén. Si habéis usado una sartén pequeña para la cebolla, es el momento de cambiar a una más grande. Echamos un chorrito de aceite y calentamos a fuego medio. Vertemos la mezcla de pan, huevos y cebolla en la sartén y la extendemos bien para que quede uniforme. La cocinamos a fuego lento, porque una buena tortilla se hace con paciencia. Nada de prisas, que lo bueno se hace esperar.
- Cuando veáis que la parte de abajo está cuajada y doradita, llega el momento más temido: darle la vuelta a la tortilla. Aquí hay que tener valor y, sobre todo, un buen plato. Colocamos el plato encima de la sartén y, con un movimiento rápido y decidido, damos la vuelta a la tortilla. Si cae algún trozo, no pasa nada, ¡esto es cocina real, amigos! Ponemos de nuevo la tortilla en la sartén para que se cocine por el otro lado, unos 5 minutos más.
- Una vez dorada por ambos lados, ya tenemos nuestra tortilla de pan lista. La sacamos de la sartén y la dejamos reposar un par de minutos. Esto no es solo para que no nos quememos al hincarle el diente, sino para que los sabores se asienten y la tortilla esté aún más rica.
Consejos para una tortilla de pan perfecta
- Un toque de pimentón de la Vera le da un sabor ahumado espectacular. Y si eres fan de los sabores más intensos, prueba a añadirle un poco de orégano o tomillo.
- Esta receta es perfecta para añadirle restos de la nevera: un poco de chorizo, unos trozos de jamón, o incluso unas espinacas frescas.
- Si tienes miedo a darle la vuelta, puedes utilizar dos sartenes. Solo asegúrate de que sean del mismo tamaño y de que ambas estén bien calientes.
- Si prefieres una tortilla más compacta, puedes añadir menos leche o incluso un poco de harina para que la mezcla quede más firme.
- Y si eres de los que tienen alguna restricción dietética, ¡no te preocupes! Esta receta es tan versátil que se puede adaptar fácilmente. Para una versión sin gluten, utiliza pan sin gluten o incluso restos de galletas de arroz trituradas. Y si eres vegano, puedes sustituir los huevos por una mezcla de harina de garbanzo y agua, que también cuaja y queda estupenda.
Última revisión: 29 abril 2025
Hemos trabajado 4 horas y 10 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
20 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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