Name: Saganaki
Total time: 15 min
Yield: 2
Cuisine: griega
Ingredients: 1 pieza de queso feta; 30 g de harina de trigo; 1 huevo; 300 g de aceite de oliva; Limón (opcional); Miel (opcional); Ramas de romero fresco (opcional)

Para 2 1.6€/pers. 290kcal/100g

Ingredientes

1 pieza de queso feta
30 g de harina de trigo
1 huevo
300 g de aceite de oliva
Limón (opcional)
Miel (opcional)
Ramas de romero fresco (opcional)

El queso, ese amigo que nunca falla cuando hay hambre, prisas o ganas de algo que sepa a gloria. Pero si encima lo pasamos por la sartén, lo empanamos un poco y lo acompañamos con miel o un toque de limón… cuidado, que esto se convierte en adicción. El saganaki es una receta griega tan sencilla como sabrosa, y hoy vamos a aprender a prepararla sin complicaciones.

Saganaki no es el nombre del queso, sino del utensilio donde tradicionalmente se cocina: una sartén pequeña de mango largo. En Grecia es muy típico ver este plato en las tabernas, sobre todo como entrante o picoteo.

Lo habitual es hacerlo con queso kefalotyri o graviera, pero el feta ha ido ganando terreno por su sabor intenso y textura cremosa al calentarse. ¿Y lo de ponerle miel y limón? Pues una mezcla maravillosa de dulzor y acidez que convierte este aperitivo en un bocado redondo.

Si este bocado te ha dejado con ganas de seguir explorando la cocina griega, apunta la ensalada griega clásica, que combina el queso feta con tomates, pepino, cebolla y aceitunas negras. Otra joya es la moussaka, una especie de lasaña con berenjenas y carne que no tiene desperdicio. Y para acabar, prueba la spanakopita, un pastel de espinacas y queso envuelto en masa filo que es crujiente y sabroso a partes iguales.

Receta de saganaki

Elaboración paso a paso

Secamos bien la pieza de queso feta con papel de cocina para quitar el exceso de suero. Es importante que esté lo más seco posible para que la cobertura se adhiera bien y no salte al freír.
En un plato hondo, batimos el huevo con una pizca de sal hasta que quede homogéneo. En otro plato, colocamos la harina de trigo extendida. Pasamos el queso primero por la harina, asegurándonos de que quede bien cubierto por todos los lados. Sacudimos el exceso.

A continuación, sumergimos el queso en el huevo batido. Nos aseguramos de que se impregne bien por todas partes, especialmente los bordes.
Calentamos el aceite de oliva en una sartén pequeña y profunda (una que permita cubrir el queso por la mitad) a fuego medio-alto. Esperamos a que esté bien caliente, pero sin que llegue a humear.
Con cuidado, introducimos el queso rebozado en el aceite. Freímos unos 2 minutos por cada lado, o hasta que esté dorado y crujiente. No lo movemos demasiado para evitar que se deshaga. Lo importante es que coja un color dorado bonito y uniforme.
Lo retiramos con una espumadera y lo dejamos escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servimos al momento, con un chorrito de miel por encima si nos va lo dulce-salado, unas gotas de limón si preferimos el contraste ácido, y si queremos darle un toque especial, una ramita de romero fresco al lado.

Este saganaki demuestra que con tres ingredientes y diez minutos se puede montar un aperitivo que parezca sacado de un restaurante griego. Es fácil, rápido, no mancha demasiado y triunfa siempre.

Consejos para un saganaki perfecto

Elige un queso que no se derrita del todo, como el feta, kefalotyri o halloumi. Si usas feta, que sea en bloque y no desmigado.
No saltes el paso de secar el queso. Si está muy húmedo, el rebozado se despegará.
Usa aceite de oliva de sabor suave o uno de girasol si prefieres que el queso sea el protagonista.
Puedes empanar el queso dos veces para un rebozado más crujiente.
Acompaña con pan de pita o rebanadas de pan tostado para disfrutar de cada trocito hasta el final.

En muchas tabernas griegas, cuando sirven el saganaki caliente, lo hacen con un espectáculo: lo rocían con licor y le prenden fuego justo antes de llevarlo a la mesa. A esto lo llaman «flaming saganaki«, y la clientela responde con un sonoro «¡Opa!» mientras el fuego se apaga con un chorro de limón. En casa no hace falta hacer pirotecnias, pero no está de más saberlo por si algún día visitas Grecia.

Última revisión: 7 julio 2025

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