Fácil 
15 min 
Por Alfonso López Alonso
Para 6
0.2€/pers.
kcal/100g
Ingredientes
- 14 galletas tipo maría
- 100 gr. mantequilla
- 50 gr. azúcar
- 100 ml. leche
- 5 cdas. de coco rallado
Una de las recetas dulces que mi abuela Lucrecia nos daba a mi hermana y a mí, muchas veces a escondidas, eran las galletas untadas con mantequilla y azúcar. Y ya veis, con una cosa tan sencilla nos marchábamos los dos más felices que unas castañuelas.
Aunque tengo que reconocer que quizá no sea lo más sano y ligero del mundo, las galletas con mantequilla eran una fiesta para nosotros. Pensando en el cumple de mi sobrina, divagando sobre qué tarta prepararle y que dulces poner en su mesa de cumpleaños. No sé porque, me acordé de las galletas con mantequilla que nos preparaba mi abuela.
Por eso hoy os traigo la versión actualizada de ese postre, unos sándwiches de galletas, que además de chulos están de vicio, tal y como los recordaba. Es uno de esos postres que me traslada a mi niñez, al igual que la tarta de galletas con chocolate o la tarta de galletas versión adultos.
Qué no se diga que no podemos hacer golosinas ricas y fáciles en un tiempo record. Estos sándwiches hará las delicias de niños y mayores. Perfectos para cumples o meriendas, una nueva idea con la que montar una buena mesa.
La receta de hoy es el claro ejemplo de cómo podemos hacer algo dulce y rico en casa con ingredientes básicos y sin esfuerzo. Untar unas galletas con mantequilla y azúcar, es ya un capricho, pero si además las decoramos tendremos un dulce perfecto. Estoy seguro de que estas galletas serán un éxito en el cumple, y encantaran a los niños y a los no tan niños.
Receta casera de sándwiches de galleta
Preparación paso a paso
- En un bol combinamos la mantequilla muy blandita y el azúcar. Si queremos que no se noten los granos de azúcar podemos molerlo e utilizar azúcar glass. Batimos la mezcla hasta que tengamos una crema suave.
- Ponemos la mezcla en una manga pastelera o una bolsa de plástico. A la que le cortaremos una de sus esquinas. Cubrimos una galleta con crema de mantequilla y la tapamos con otra haciendo un sándwich. Apretamos ligeramente para rellenar todos los huecos interiores. Hacemos lo mismo con el resto de galletas hasta tener todos los sándwiches.
- Si no tenemos manga y no nos apañaremos bien con una bolsa. Siempre podemos ir rellenando las galletas con una cucharita, será un poco más engorroso pero saldrán perfectos.
- En un cuenco ponemos la leche y mojamos uno de los sándwiches. No debemos empapar la galleta en exceso, se trata de que quede mojadita pero no tanto como para que corra el peligro de deshacerse. Vamos mojando los sándwiches uno a uno y pasándolos a un bol con coco rallado donde los rebozaremos.
Estos sándwiches de galleta son el tipo de receta que te reconcilia con la repostería casera: sin estrés, sin utensilios raros y con un resultado que parece sacado de una pastelería. Prepararlos es casi terapéutico, y compartirlos con un café o un vaso de leche fría es la guinda del momento.
La próxima vez que te sobre un poco de crema pastelera, ya sabes qué hacer con ella. Con cuatro galletas y un rato de reposo tendrás un postre de los que desaparecen en silencio, sin dejar ni una miga. Y si no te crees lo buenos que están, haz la prueba… pero prepara el doble, por si acaso.
Consejos para unas galletas rellenas de rechupete
- La clave de unos buenos sándwiches de galleta está en el equilibrio entre la textura crujiente y el relleno cremoso. Si las galletas son demasiado blandas, se romperán al montarlas; si son muy duras, costará morderlas. Un truco es dejarlas reposar un par de horas en la nevera después de montarlas: la humedad de la crema ablandará lo justo la galleta sin que pierda su encanto.
- La crema pastelera, aunque parece laboriosa, se hace en un momento si sigues el orden correcto: calentar la leche con la vainilla, mezclar bien las yemas con el azúcar y la maicena, y luego unir ambas mezclas sin dejar de remover. Si te gusta un sabor más fresco, añade ralladura de limón o naranja; si prefieres algo más goloso, un toque de chocolate blanco o café instantáneo le sientan de maravilla. Y si te gusta el chocolate a rabiar, tienes la versión con crema pastelera de chocolate para el relleno, como la foto que te enseñamos a continuación, también deliciosas.
- Puedes preparar una versión sin gluten usando galletas aptas o sin lactosa si sustituyes la leche por una bebida vegetal. También quedan estupendos con crema pastelera de coco o de almendra, ideal para quienes buscan algo diferente sin complicarse. Lo importante es no pasarse con el relleno, o acabarás con más crema en los dedos que entre las galletas. No olvides cambiar la harina de trigo por almidón de maíz a la hora de preparar la crema pastelera.
Anécdotas de rechupete
- Hay quien prefiere estos sándwiches con una capa fina de mermelada bajo la crema pastelera, como hacían en algunas pastelerías antiguas para darles un toque frutal. La versión más clásica usa galletas de mantequilla, pero con galletas de cacao o de avena se consigue un contraste interesante que rompe la rutina. Incluso puedes bañarlas en chocolate derretido y dejarlas enfriar para que queden con una cobertura crujiente digna de escaparate.
- Curiosamente, este tipo de dulces tiene su origen en las meriendas de convento y confiterías de principios del siglo XX, donde se aprovechaban restos de crema pastelera de los pasteles del día anterior. De ahí viene su carácter “improvisado”, aunque hoy se preparen con toda la intención del mundo. En Portugal y Francia existen versiones parecidas, a veces con crema de limón o vainilla bourbon, pero con la misma filosofía: dulce, sencillo y muy de casa.
- Un toque curioso es servirlos fríos, casi como si fueran heladitos de galleta. En verano son un éxito asegurado, y si los guardas en el congelador unos minutos antes de servir, el contraste de texturas es una auténtica sorpresa. Eso sí, cuidado con dejarlos demasiado tiempo… o acabarán convertidos en una piedra
Última revisión: 1 diciembre 2025
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15 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
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