Ñoquis con salsa de queso gorgonzola y nueces

Para 4 2.30€/pers. 350kcal/100g

Imagina que estás en una pequeña trattoria italiana, donde el aroma de los ñoquis recién hechos llena el aire. La textura suave de los ñoquis se combina con una salsa cremosa de queso gorgonzola, salpicada con trozos crujientes de nueces. Hoy vamos a recrear esa experiencia en casa, desde cero, porque no hay nada como disfrutar de un plato hecho con tus propias manos, aunque también te damos trucos para saber conservarlos.

Los ñoquis son uno de esos platos que han viajado a través del tiempo y el espacio. Originarios del norte de Italia, estos pequeños bocados de patata y harina han sido durante siglos un recurso práctico para aprovechar ingredientes simples. Aunque muchas regiones italianas tienen su propia versión, los ñoquis siempre han sido sinónimo de confort y sencillez. En cuanto al Gorgonzola, este queso azul italiano lleva más de mil años deleitando paladares con su sabor intenso y cremoso. Juntos, forman una combinación que es pura poesía gastronómica.

Si quieres explorar otras recetas con ñoquis, aquí tienes algunas ideas: prueba unos ñoquis con salsa de tomate, una clásica combinación italiana; una variante de ñoquis de espinacas, perfecta para los amantes de las verduras o incluso unos ñoquis de calabaza, que añade un toque dulce a la receta.

Receta de ñoquis con salsa de queso gorgonzola y nueces

Preparación de los ñoquis

1. Lavamos bien las patatas con piel y las ponemos en una olla grande cubiertas de agua fría con una pizca de sal. Llevamos a ebullición y cocemos durante unos 25-30 minutos o hasta que estén tiernos cuando las pinchemos con un cuchillo. Es importante no pelarlas antes de cocerlas para que no absorban demasiada agua, lo que podría hacer que los ñoquis queden pesados. Una vez cocidas, las retiramos y dejamos enfriar lo suficiente para poder manipularlas.
2. Pelamos las patatas aún tibias y las pasamos por un prensador de patatas o las aplastamos con un tenedor sobre una superficie limpia. Evitamos usar una batidora, ya que puede hacer que las patatas se vuelvan pegajosas. Dejamos que las patatas se enfríen completamente antes de continuar.
3. Hacemos un hueco en el centro de las patatas trituradas y añadimos el huevo y una pizca de sal. Mezclamos suavemente con las manos. Luego, comenzamos a incorporar la harina poco a poco, amasando suavemente hasta obtener una masa homogénea pero no pegajosa. Si es necesario, añadimos un poco más de harina, pero cuidado de no excederse, ya que los ñoquis deben quedar ligeros.
4. Dividimos la masa en porciones más pequeñas y las enrollamos sobre una superficie enharinada para formar cilindros de aproximadamente 2 cm de grosor. Cortamos los cilindros en trozos de 2-3 cm de largo y los colocamos sobre una bandeja ligeramente enharinada. Para darles la textura característica, los pasamos suavemente por un tenedor, presionando ligeramente para crear surcos. Esto ayudará a que la salsa se adhiera mejor.
5. En una olla grande, llevamos abundante agua con una pizca de sal a ebullición. Cocemos los ñoquis en tandas pequeñas para que no se peguen entre sí. Cuando suben a la superficie (lo cual ocurre en unos 2-3 minutos), los dejamos cocer un minuto más y los retiramos con una espumadera. Los colocamos en un bol grande y los rociamos con un poco de aceite de oliva para evitar que se peguen mientras terminamos de cocer el resto.

Preparación de la salsa de queso Gorgonzola y nueces

6. En una sartén grande, derretimos la mantequilla a fuego medio y sofreímos el ajo picado hasta que esté dorado, pero no quemado. Añadimos las nueces troceadas y las tostamos brevemente para intensificar su sabor. Retiramos una pequeña cantidad de nueces para decorar al final.
7. Bajamos el fuego y añadimos el queso Gorgonzola desmenuzado a la sartén. Removemos constantemente hasta que el queso se derrita y forme una salsa cremosa. Incorporamos la nata líquida y mezclamos bien para integrar todos los ingredientes. Rectificamos de sal (el Gorgonzola suele ser bastante salado) y añadimos una pizca de pimienta negra al gusto.
8. Añadimos los ñoquis cocidos a la sartén con la salsa y los mezclamos suavemente para que se impregnen bien. Cocinamos todo junto durante un par de minutos para que los sabores se integren.
9. Servimos los ñoquis calientes, espolvoreados con las nueces reservadas y un poco de perejil fresco picado para dar un toque de color. Si quieres, puedes añadir un chorrito extra de nata por encima para darle un acabado más brillante.

Consejos para unos ñoquis con salsa de queso gorgonzola y nueces perfectos

• Si no encuentras Gorgonzola, puedes sustituirlo por otro queso azul de sabor intenso, como el Roquefort o el Cabrales.
• Para las nueces, asegúrese de que estén frescas y crujientes; Si no, puedes tostarlas brevemente en el horno para revitalizar su sabor. También puedes añadir un toque de miel al final si quieres equilibrar el sabor fuerte del queso con algo dulce.
• Si te animas a experimentar, prueba a agregar un poco de ralladura de limón a la salsa para darle un toque cítrico, o incluso unas hojas de espinaca fresca para agregar un contraste de texturas y colores. Por cierto, ¿sabías que el Gorgonzola debe su nombre a un pueblo italiano donde se cree que se originó? Este queso ha sido un protagonista en la cocina italiana durante siglos, y no es difícil entender por qué.

Última revisión: 5 junio 2025

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