Name: Mojito sin alcohol
Total time: 5 min
Yield: 1
Cuisine: española
Ingredients: Rodajas de lima y hojas de hierbabuena para decorar (opcional); 1 lima; 10-12 hojas de hierbabuena fresca; 2 cucharaditas de azúcar moreno; Hielo picado; Agua con gas o soda

Para 1 0.5€/pers. 40kcal/100g

Ingredientes

Rodajas de lima y hojas de hierbabuena para decorar (opcional)
1 lima
10-12 hojas de hierbabuena fresca
2 cucharaditas de azúcar moreno
Hielo picado
Agua con gas o soda

Cuando el calor aprieta y lo único que te pide el cuerpo es algo fresquito, sabroso y que no te deje la cabeza dando vueltas, lo tienes claro: te haces un mojito sin alcohol y a disfrutar. Este cóctel es como el primo sano y formal del clásico mojito cubano, pero igual de sabrosón.

Tiene todo lo bueno: el frescor de la lima, el aroma de la hierbabuena y ese puntito burbujeante que te alegra la tarde sin necesidad de meter ron. Y encima lo puede tomar cualquiera: niños, conductores, embarazadas… o simplemente quien quiera refrescarse sin sustos.

El mojito original tiene raíces en Cuba y se remonta a hace más de 500 años. De hecho, ya en el siglo XVI existía una mezcla muy parecida a base de aguardiente, lima y menta. Luego llegó el ron y se afinó la receta.

Pero esta versión sin alcohol, que podríamos llamar «mojito virgen» o «mojito cero», no es un invento moderno: lleva décadas sirviéndose como opción refrescante en chiringuitos, bares y casas del mundo entero.

Lo curioso es que aunque le quites el ron, sigue manteniendo ese sabor tan característico. Lo que demuestra que muchas veces, lo que engancha no es el alcohol… ¡es el combo lima-hierbabuena-azúcar!

No hace falta irse muy lejos para encontrar ideas igual de refrescantes. La limonada casera es un clásico del verano que nunca falla y que comparte ese puntito ácido y dulce tan adictivo. Si te mola el rollo más exótico, el agua de Jamaica (hecha con flor de hibisco) te va a sorprender por su color y su sabor potente. Y si quieres algo aún más divertido y colorido, prueba con un sorbete de sandía y té de jazmín, que es como comerse el verano a cucharadas.

Receta de mojito sin alcohol

Elaboración paso a paso

Lavamos bien la lima, la cortamos en cuartos y la ponemos en el vaso.
Añadimos las dos cucharaditas de azúcar moreno.

Con un mortero o el dorso de una cuchara de madera, machacamos los trozos de lima con el azúcar para que suelten todo el jugo y los aceites de la piel.
Añadimos las hojas de hierbabuena (no las picamos, solo las rompemos un poco con las manos para que suelten aroma).
Volvemos a presionar suavemente con el mortero, pero sin destrozarlas.
Llenamos el vaso con hielo picado hasta arriba.
Añadimos agua con gas o soda, hasta cubrir el vaso.
Removemos bien con una cucharilla larga o una pajita gruesa para mezclar todo.
Decoramos con una rodajita de lima y unas hojas de hierbabuena si queremos hacerlo bonito.

Consejos para un mojito sin alcohol perfecto

Usa lima en lugar de limón: el sabor es más aromático y menos ácido.
El hielo picado da mejor textura, pero si no tienes, también vale el normal.
Cuida la hierbabuena: si está mustia o vieja, estropea el resultado.
Puedes cambiar el azúcar moreno por sirope de agave o de azúcar.
Si quieres un toque más “cóctel”, añade un chorrito de ginger ale.

Aunque el mojito sea un icono cubano, el mojito sin alcohol ha conseguido hacerse su propio hueco. En muchos países del Caribe y América Latina es habitual servir esta versión como bebida de bienvenida en fiestas familiares, bodas y reuniones al aire libre. Y en España, es la reina de los chiringuitos veraniegos para quienes no quieren o no pueden tomar alcohol. Incluso en las bodas se sirve ya como alternativa “light” al típico cóctel.

Refrescante, sencillo, resultón y para todos los públicos: el mojito sin alcohol es de esas recetas que no fallan nunca. Te apaña una tarde calurosa, una cena entre amigos o incluso una comida familiar. No necesitas coctelera ni habilidades de barman, solo ganas de disfrutar algo rico y fresco. Así que ya sabes, ¡a darle al mortero y a brindar sin miedo!

Última revisión: 31 julio 2025

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