Fácil 
5 min 
Por Alfonso López Alonso
Para 10
0.2€/pers.
251kcal/100g
Ingredientes
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de ajo en polvo
- 1 cucharada de cebolla en polvo
- 1 cucharada de orégano seco
- 1 cucharada de tomillo seco
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 1 cucharadita de cayena molida
- 1 cucharadita de pimentón picante
- ½ cucharadita de comino molido
- Sal (opcional)
Hay mezclas que parecen hechas para animar cualquier cocina, igual que una buena banda sonora mejora hasta un lunes cualquiera. No hace falta liarse mucho para que un plato cambie por completo, a veces basta una cucharadita de algo con chispa. Y pocas cosas tienen más carácter que las especias cajún, protagonistas silenciosas de muchos de los platos más sabrosos de la cocina criolla.
Historia y origen de la cocina cajún
El origen de esta mezcla se remonta a los acadianos, colonos franceses expulsados de Canadá que terminaron asentándose en Luisiana. Al mezclarse con las tradiciones locales y con los ingredientes disponibles en la zona, desarrollaron una cocina potente, especiada y sin miedo a los sabores intensos.
Ahí nació la base de lo que hoy conocemos como cocina cajún, donde condimentos como el pimentón, el tomillo, el orégano, el ajo y la cayena se combinan para dar un golpe de sabor inconfundible.
A diferencia de otras mezclas más dulces o perfumadas, esta se caracteriza por su equilibrio entre hierbas secas y picante, algo que encaja de maravilla con arroces, estofados, carnes y mariscos.
Lo curioso es que nunca existió una fórmula única, sino que cada familia preparaba su propia versión según lo que tuviera en la despensa. Eso explica por qué hoy puedes encontrar mezclas más suaves, otras que te despejan la nariz en un instante y algunas que incluyen pimienta blanca o cebolla en polvo para intensificar el sabor.
Variaciones y anécdotas
Muchos cocineros de Luisiana hablan de la mezcla cajún como algo casi familiar, porque cada casa la hace “a su manera”, igual que aquí se discute sobre la tortilla con o sin cebolla. Algunas versiones incluyen semillas de apio, que aportan un toque más fresco, mientras que otras reducen el pimentón para centrarse en las hierbas aromáticas.
También hay quien la mezcla con un poco de azúcar moreno para caramelizar mejores carnes a la parrilla, especialmente en barbacoas. La mezcla apareció en recetarios caseros mucho antes de popularizarse en supermercados, y su fama creció gracias a platos como el jambalaya o el gumbo.
En algunos festivales de Luisiana incluso se celebran concursos de mezclas caseras, donde las familias compiten por ver quién ha dado con el equilibrio perfecto de especias. Es un ingrediente que cuenta historias sin necesidad de grandes discursos, y que conecta con una tradición culinaria hecha a base de improvisación y buen gusto. ¿Te animas a preparar tu mezcla cajún en casa?
Receta casera de mezcla de especias cajún
Ingredientes
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de ajo en polvo
- 1 cucharada de cebolla en polvo
- 1 cucharada de orégano seco
- 1 cucharada de tomillo seco
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 1 cucharadita de cayena molida
- 1 cucharadita de pimentón picante
- ½ cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de sal (opcional)
Información básica
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Calorías por 100 g: 251 kcal
- Coste por persona: 0,20 €
- Número de comensales: 10 (como condimento)
Lo mejor de preparar tu propia mezcla cajún en casa es que puedes ajustarla a tu gusto sin depender de versiones industriales que a veces llevan más sal que especias.
Una base equilibrada suele empezar con pimentón dulce, ajo en polvo, cebolla en polvo, tomillo, orégano, pimienta negra y cayena, pero no pasa nada si quieres añadir un toque ahumado o reforzar el picante. Conviene mezclar todas las especias en un bote hermético y agitar bien para que queden uniformes.
Si buscas una mezcla apta para dietas bajas en sal, omite la sal completamente y úsala directamente en tus guisos, ya que podrás ajustar la sal por separado sin problemas. Para quienes prefieren sabores menos picantes, basta con reducir la cayena o sustituirla por pimentón picante suave. Y si no tienes cebolla o ajo en polvo, siempre puedes tirar de granulado deshidratado o incluso hacer una versión rápida solo con hierbas y pimentón, que también funciona.
Preparación de la mezcla cajún
- Empezamos eligiendo un bol amplio donde podamos mezclar todas las especias sin que se desparramen. Medimos cada ingrediente con una cuchara rasa para que la mezcla quede equilibrada y no destaque una especia más que otra. Así evitamos que el pimentón invada todo o que la cayena nos sorprenda más de la cuenta.
- Vertemos en el bol el pimentón dulce, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el orégano, el tomillo, la pimienta, la cayena, el pimentón picante y el comino. Damos unas vueltas con una cuchara o unas varillas pequeñas para que la mezcla quede lo más uniforme posible. Es importante mezclar bien porque los ingredientes en polvo tienden a quedarse pegados en las paredes del bol.
- Probamos un pellizco de la mezcla (si nos atrevemos) para ajustar el picante o la intensidad de hierbas. Si queremos un resultado más suave, reducimos la cayena o aumentamos el pimentón dulce. Cuando la mezcla esté a nuestro gusto, la pasamos a un bote de cristal bien seco y con tapa hermética.
- Guardamos el bote en un lugar fresco y alejado de la luz, como cualquier especia. Esta mezcla puede durar perfectamente varios meses si el recipiente está bien cerrado. La usaremos para carnes a la plancha, pescado, arroces, guisos, verduras o lo que se nos ocurra.
Así que, si te apetece dar un cambio de aires a tus platos sin complicarte demasiado, preparar una mezcla cajún casera es una buena idea. Además, te durará semanas en la despensa y te salvará más de una comida sosa. Ya verás cómo, en cuanto la pruebes, empieza a colarse en tus recetas con más frecuencia de lo que pensabas.
Consejos para una mezcla cajún de rechupete
- Siempre es buena idea preparar pequeñas cantidades para que la mezcla mantenga todo su aroma, ya que las hierbas secas pierden intensidad con el tiempo. Si no queremos usar sal, la omitimos sin problema y corregimos el punto salado directamente en la receta donde la utilicemos.
- Otra opción es añadir un toque de azúcar moreno si la queremos para asados o carnes a la parrilla, ya que ayuda a caramelizar mejor.
- Para quienes prefieran una mezcla menos picante, basta con reducir la cayena o sustituirla por pimentón agridulce. En caso de no tener cebolla o ajo en polvo, se puede usar granulado seco sin variar apenas el resultado. Y si buscas una versión más aromática, prueba a añadir una pizca de ralladura de limón seca.
Algunas dudas que os pueden surgir en la receta. Contestando vuestros emails
- ¿Puedo ajustar el nivel de picante sin perder el sabor cajún?
Sí. Basta con reducir la cayena o cambiarla por pimentón picante suave. Si la mezcla queda muy plana, añade un toque extra de pimienta negra o un poco más de tomillo para equilibrar. - ¿Se estropea si la preparo con mucha antelación?
No se estropea, pero pierde aroma con el paso de las semanas. Guardada en un bote hermético dura meses, aunque lo ideal es hacer pequeñas cantidades para asegurar que mantenga toda su fuerza. - ¿Es obligatorio usar sal en la mezcla?
Para nada. Puedes omitirla sin problema y añadirla después directamente al plato. Así tendrás una mezcla apta para dietas bajas en sodio y controlas mejor el punto salado. - ¿Vale cualquier tipo de pimentón?
Sí, pero cambia el resultado. El dulce da equilibrio, el picante sube la intensidad y el ahumado aporta un toque más profundo típico de algunas barbacoas del sur de EE. UU. Puedes mezclar varios si te gusta experimentar. - ¿Cómo la uso en carnes o pescados?
Funciona bien espolvoreada directamente antes de cocinar, mezclada con aceite para hacer una marinada rápida o incluso combinada con un poco de azúcar moreno si quieres un acabado caramelizado en parrilla o plancha.
Última revisión: 7 diciembre 2025
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