Mermelada de cebolla

Mermelada de cebolla

Icono euro 0.5€/pers.Icono calorias 350kcal/100g

Ingredientes

  • 50 ml de agua
  • 250 g de cebolla (blanca o morada, la que tengas a mano)
  • 100 g de azúcar (blanca o moreno, según prefieras)

Hay cosas en la cocina que parecen sacadas de un truco mágico: de repente, con apenas tres ingredientes, consigues un sabor que nadie se espera. Eso pasa con la mermelada de cebolla. Es de esas recetas que, al contarlas, todo el mundo te mira raro: “¿Cebolla… en mermelada?”.

Pero basta con que prueben una cucharadita en un canapé de queso, sobre una hamburguesa o con un filete, para que empiecen a pedirte el tarro. Lo bueno de esta versión es que es la más sencilla posible: sin vinagre, sin vinos ni especias. Solo lo básico, para que tú puedas decidir después si te apetece tunearla o no.

Aunque ahora asociamos las mermeladas casi siempre a frutas, lo cierto es que desde tiempos antiguos las verduras y hortalizas también se han cocinado en versiones dulzonas, sobre todo para conservarlas mejor.

Caramelizar cebollas era una forma de aprovecharlas cuando estaban a punto de estropearse y hacerlas durar más. Hoy en día, la mermelada de cebolla ha dado el salto a lo gourmet y se ha colado en tablas de quesos, platos de carne, tartaletas saladas y hasta pizzas.

Lo curioso es que, pese a la fama de sofisticada, su base es de lo más humilde y sencillo: cebolla, azúcar y paciencia.

Por cierto, si te gusta esto de preparar cositas caseras para acompañar tus platos, te encantará experimentar con recetas como la mermelada de pimiento rojo, que combina de maravilla con quesos suaves y foie. Otra idea que puedes probar es el puré de manzana, un acompañamiento de lujo para nuestras carnes favoritas. Y para los más “paneros”, la salsa de champiñones es perfecta para devorar barras de pan.

Receta de mermelada de cebolla

Preparación paso a paso

  1. Empezamos pelando las cebollas y cortándolas en juliana, es decir, en tiras finitas. Lo importante es que sean más o menos del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme. Si las cortas demasiado gruesas, tardarán más en ablandarse, así que mejor finas.
  2. Cogemos una sartén amplia o una cazuela de fondo grueso, ponemos dentro las cebollas, el azúcar y el agua. Encendemos el fuego a temperatura media y removemos bien para que el azúcar empiece a mezclarse con la cebolla y el agua.
  3. Cuando veamos que empieza a burbujear, bajamos el fuego a medio-bajo y dejamos que se cocine despacio. Es importante remover de vez en cuando para que el azúcar no se pegue al fondo ni se queme. Durante los primeros 20-25 minutos, el agua irá evaporándose poco a poco, las cebollas se volverán transparentes y empezarán a ablandarse.
  4. Pasado ese tiempo, la mezcla se habrá reducido bastante y empieza a coger cuerpo. Seguimos removiendo cada poco para asegurarnos de que no se pegue ni se queme, y dejamos que el azúcar caramelice del todo. Si ves que se seca demasiado rápido, puedes añadir una cucharada más de agua.
  5. Cuando la mezcla esté bien reducida y caramelizada, retiramos del fuego y dejamos templar. Si queremos, podemos triturarla un poco con una batidora para que quede más fina. Guardamos la mermelada en un tarro limpio y seco. Se conserva en la nevera durante una semana aproximadamente.

La mermelada de cebolla empezó siendo un recurso humilde de las cocinas tradicionales. Era común en muchas casas rurales preparar cebollas caramelizadas para conservarlas unos días y acompañar guisos, asados o simplemente un trozo de pan con queso.

Consejos para una mermelada de cebolla perfecta

  • Si te gusta un toque más intenso, puedes cambiar parte del azúcar blanco por azúcar moreno. Le dará un sabor más profundo y un color más oscuro.
  • Para que no te pille el toro, prepara todos los ingredientes antes de empezar: una vez la cebolla está al fuego, no conviene dejarla sola mucho rato.
  • Si te animas a experimentar, puedes añadir al final un chorrito de vinagre balsámico o un poco de pimienta negra recién molida para darle un puntito especial.
  • Esta mermelada combina de maravilla con quesos fuertes como el manchego curado, el azul o el de cabra, pero también con hamburguesas, patés y carnes a la parrilla.
  • Si la guardas en un tarro bien cerrado y esterilizado, puedes hacer un pequeño lote para regalar. ¡Quedas como un auténtico chef casero!

La mermelada de cebolla ya es habitual encontrarla como un pequeño lujo casero en las neveras de muchos. Es un ejemplo perfecto de cómo lo sencillo puede transformarse en algo especial.

No hay que ser maestro repostero ni cocinillas experto para preparar esta mermelada de cebolla. Es tan fácil como juntar tres cosas, encender el fuego y tener un poco de paciencia. Y lo mejor es que, al final, tienes un pequeño tesoro casero listo para levantar cualquier plato del día a día.

Última revisión: 24 agosto 2025

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Categorías: Recetas con pocos ingredientes Recetas de cremas, coberturas y rellenos Recetas para niños

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