Hay algo que te conquista más rápido que un superlike en Tinder: una cena preparada por grandes cocineros.
A mí me enamoraron por el estómago, en la vida real, sin apps ni filtros.
Todo ocurrió en la Gran Cena de Gala de Euro-Toques, la asociación que reúne a los mejores cocineros europeos.
¿La excusa?
La Asamblea Autonómica en Murcia, que sirvió como punto de encuentro para chefs de toda España, dispuestos a compartir ideas, técnicas y, sobre todo, buen comer.
Y allí estaba yo, aprendiendo de los mejores y, en la cena, dejándome seducir con cada bocado.
Entre los asistentes estaban nuestros amigos de Cucü, esos genios que nos enseñaron a hacer la tortilla de patatas perfecta. También tuve la suerte de compartir mesa con cocineros de renombre, como Freddy de OXOX 131 o David de Alborada, entre otros. Auténticos referentes gastronómicos en la Región de Murcia.
Los cocineros murcianos
El menú fue como una gran orquesta donde cada chef aportaba su talento para un resultado increíble. Grandes maestros de la cocina regional se unieron para interpretar este concierto gastronómico: Juan Guillamón ⭐️, María Gómez ⭐️, David López ☀️, Esther Cánovas, Pablo Martínez, Fran González y, como director de esta magnífica melodía, Nacho Abellán, quien nos abrió las puertas de su emblemático restaurante, el Hispano.
Una noche en la que cada plato contaba la historia de un cocinero, cada bocado era una declaración de amor y cada conversación en la mesa, un aprendizaje.
Porque, si hay algo mejor que comer bien, es hacerlo mientras conversas con los artistas que lo hacen posible.
El dilema del carrito de las tartas
Hace unos años, en el Restaurante Hispano de Murcia, se abrió un debate en torno al carrito de las tartas.
Desde que abrió en 1926, tras los platos principales, el carrito de las tartas entra rodando al comedor.
Pero los tiempos cambian.
La gente quiere cosas más modernas.
Ahora se pide una carta de postres actual, con postres como una tarta de queso con Oreo o croissants rellenos de crema de pistacho.
¿Qué hacemos? ¿Quitamos el carrito y ponemos una carta de postres moderna?
En el restaurante preguntaron a otros cocineros, familia, amigos, influencers y periodistas…
Por suerte, tras la consulta popular decidieron mantenerlo y convertirlo en un símbolo del restaurante.
Todavía hoy, cuando terminas de comer, los postres llegan rodando en bandejas dispuestas en diferentes pisos, formando el icónico carrito de las tartas.
Son los propios camareros quienes se encargan de cortar, emplatar y servir.
En cocina, encantados. Una batalla menos.
Yo mismo viví la experiencia en la Cena de Gala de Euro-toques.
Y tras una cena exquisita, llegó el carrito en su versión XXL, un armario con ruedas (éramos muchos comensales).
Freddy Salmerón (chef de Oxox131) me recomendó pedir la tarta de fresa.
Su sabor me transportó a un tiempo del que apenas tengo recuerdos. Una época en la que casi no alcanzaba la mesa.
Ojo, que me encanta el brownie, los mochis y las tartas de queso cremosas…
Pero esa tarta de fresa y nata tuvo el poder de traer de vuelta sabores que creía totalmente olvidados.
Fue estupendo compartir mesa con cocineros a los que admiro, con soles, con estrellas y, sobre todo, con la capacidad de enamorar estómagos.
¡Qué envidia!
Desconocía la historia del carrito de tartas, pero me ha conquistado. Hay señales de que estamos volviendo a lo clásico, y no me disgusta en absoluto.
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