Los huevos de gallina son un ingrediente fundamental en numerosas recetas, tanto dulces como saladas, y son un componente esencial en la repostería. Se pueden cocinar de diversas formas: revueltos, fritos, escalfados, duros, pasados por agua, en tortilla… e incluso crudos como en la mayonesa. ¿Pero conoces recetas para aprovecharlo en todas sus formas? Descúbrelas a continuación.
Las mejores recetas con huevos
Añade el sabor y nutrientes del huevo a tus comidas con estas completísimas recetas explicadas paso a paso y con consejos de cocina.
Recetas con huevos fritos
Crujientes en los bordes y con una yema líquida irresistible, los huevos fritos son una de las formas más populares de disfrutar este alimento. Aunque parezcan simples, lograr el punto perfecto requiere algunos trucos y la técnica adecuada. Una vez los domines podrás preparar estas deliciosas recetas con huevos fritos.
Recetas de revueltos de huevos
El revuelto de huevo es una opción rápida, nutritiva y muy versátil para cualquier comida del día. Puede servirse solo, con verduras, queso o incluso embutidos, adaptándose a todos los gustos. Aprender a prepararlo correctamente es clave para lograr una textura cremosa y evitar que quede seco o gomoso.
Recetas de tortillas
Las tortillas son un clásico que se puede disfrutar de muchas maneras, desde la sencilla tortilla francesa hasta la icónica tortilla de patatas. Su éxito depende de la técnica, la cocción y la combinación de ingredientes. Aquí te mostramos cómo hacer tortillas jugosas y sabrosas con diferentes variaciones para todos los gustos.
Recetas con huevos cocidos
Ya sean duros, pasados por agua o mollet, los huevos cocidos tienen múltiples usos en la cocina. La clave está en controlar bien los tiempos de cocción para conseguir la textura deseada sin que la yema adquiera un tono verdoso. Te explicamos cómo cocer huevos correctamente y algunas recetas que puedes hacer con ellos.
Huevo poché
El huevo poché, con su clara tierna y su yema cremosa, es una de las preparaciones más elegantes y versátiles del huevo. Aunque puede parecer complicado, con la técnica adecuada se logra fácilmente sin necesidad de trucos extraños.
Repostería con huevos
Los huevos son un ingrediente fundamental en la repostería, aportando estructura, esponjosidad y humedad a bizcochos, galletas, cremas y flanes. Usarlos bien puede marcar la diferencia entre un postre perfecto y uno que no sube o queda seco. Descubre su papel en la pastelería y aprende a aprovecharlos al máximo en tus recetas dulces.
Otros usos del huevo en la cocina
- Espumado en un merengue, mousse, soufflés o bizcochuelos.
- El huevo es el emulsionante crucial en la mayonesa y un espesante popular en postres y salsas.
- Como aglutinante en patés, albóndigas, etc.
- Para dar aspecto brillante a empanadas y postres horneados.
- Para conseguir rebozados dorados, crujientes y bien adheridos.
Trucos de cocina con huevo
Descubre los trucos con los que podrás aprovechar el huevo al máximo, con todos sus beneficios y propiedades.
Cómo pelar huevos duros
Para pelar huevos duros fácilmente, primero échalos directamente al agua hirviendo y cocínalos durante 10 minutos. Una vez cocidos, mételos en un recipiente con agua fría y hielo, dejándolos reposar durante 5 minutos para facilitar la separación de la membrana. Finalmente, pásalos a agua a temperatura ambiente durante aproximadamente un minuto y ya podrás pelarlos con facilidad.
Cómo cocer huevos duros
Hay dos métodos para hervir huevos: introducir el huevo en agua fría o en agua hirviendo. En el segundo caso, es aconsejable dejarlo 2 minutos más que cuando los introducimos en agua fría. Una vez que el agua está hirviendo, deberíamos dejar los huevos entre 11-12 minutos, dependiendo del tamaño del huevo y la cantidad que estemos cociendo.
Sin embargo, cocerlos en exceso puede resultar en huevos gomosos, con una clara de olor desagradable y una yema de tonos grisáceos o verdosos debido a la liberación de sulfuro de hidrógeno. Idealmente, un huevo debería cocerse un poco más de 10 minutos a 69º C, aunque es difícil ser tan preciso en casa. En su lugar, se recomienda hervir el agua a 100º C y cocer el huevo durante al menos 11 minutos, ajustando según el gusto personal y la potencia de la cocina.
Hacer un huevo frito perfecto
Para freír un huevo de manera perfecta, primero rompe el huevo en un plato, salándolo antes de echarlo a la sartén. Calienta la sartén hasta que el aceite esté humeante, alrededor de 185ºC. Calienta la espumadera en el aceite antes de echar el huevo para evitar que la clara se pegue debido al cambio de temperatura. Luego, inclina la sartén para crear una piscina de aceite y vierte el huevo. Finalmente, envuelve el huevo con la clara para que quede crujiente, manteniendo la yema cruda.
Cómo saber si un huevo está fresco
La mejor manera es, simplemente, mirar la fecha de consumo preferente.
Uno de los trucos más eficaces para comprobar la frescura de un huevo es hacer la prueba del agua. Llena un vaso o un cuenco con agua fría y sumerge los huevos. Si los huevos se hunden hasta el fondo y quedan en posición horizontal, significa que están frescos. Si los huevos se hunden y se quedan en posición vertical en el fondo, esto indica que no son tan frescos aunque aún se pueden consumir. Si llegas a ver que un huevo flota, es mejor no usarlo.
La explicación científica detrás de este fenómeno radica en que la cáscara del huevo es semipermeable, lo que permite el paso del aire. A medida que el huevo envejece, más aire entra en su cáscara, haciendo que flote.
Huevos escalfados fáciles
Escalfar huevos es increíblemente sencillo y es un método perfecto si buscas una opción baja en calorías, ya que no se necesita añadir grasa como en los huevos fritos o revueltos.
Para preparar un huevo escalfado de forma sencilla, necesitarás un trozo de papel film. Colócalo sobre un cuenco y úntalo con un poco de aceite. Luego, rompe el huevo encima del papel film y sazónalo a tu gusto. Cierra el papel film recogiendo las cuatro puntas y haz un nudo, puedes ayudarte con un hilo de cocina o una pinza. Después, en una olla con agua abundante que esté a punto de hervir, sumerge los huevos y déjalos cocer durante tres minutos. Pasado este tiempo, sácalos y colócalos en agua fría, luego retira el papel film.
Cómo hacer huevos revueltos cremosos
Los huevos revueltos ideales deben ser suaves y cremosos. El secreto clave para lograr esa textura es cocinarlos a fuego lento. Cocinar los huevos revueltos a fuego alto es un error común que puede resultar en huevos secos y sin sabor. La cocción lenta es esencial para unos huevos revueltos deliciosamente cremosos.
Una vez que viertas los huevos en la sartén, utiliza una espátula de silicona para moverlos rápidamente en pequeños círculos alrededor de la sartén. Haz esto de manera continua hasta que los huevos empiecen a espesarse y formen pequeños grumos, creando la textura cremosa deseada.
Cómo conseguir una tortilla francesa esponjosa
Después de cascar los huevos que vayas a usar separa la yema y la clara en diferentes cuencos. Bátelas por separado, sobre todo la clara, hasta que tenga muchas burbujitas. Vuelve a juntar la clara y la yema y bate de nuevo. Haz la tortilla en una sartén antiadherente a fuego bajo.
Retirar trocitos de cáscara
Es fácil que se te caiga por accidente un trocito de cáscara de huevo al cascarlo. Pero si metes los dedos en el huevo crudo para sacarlo no conseguirás agarrarlo. Un truco sencillo para coger esos trocitos es mojar los dedos en agua antes de sumergirlos. La película acuosa que queda en los dedos después de mojarlos evita que las claras se les peguen.
Cocinar huevos en microondas
Para hacer un huevo cocido en el micro casca el huevo en un cuenco o vaso pequeño. Pincha la yema con un palillo dos veces y cubre el cuenco con film transparente o un platito. Mételo en el microondas 45 segundos a potencia MEDIA. Revisa si está cuajado y sigue cocinando a intervalos de 15 seg. a potencia media hasta que esté a tu gusto.
Cómo distinguir un huevo cocido sin abrirlo
Cógelo y siéntelo. El huevo cocido y duro suele ser compacto. Pero si tu tacto no es del todo sensible, apoya tu huevo en una superficie plana y hazlo girar como si fueras a jugar al juego de la botella.
Si el huevo gira con pereza, como alocado o poco estable, está crudo. Si, por el contrario, da vueltas armoniosamente, está cocido. Piensa en que, crudo, es una carcasa con líquido y cuando está cocinado, su interior está más sólido.
¿Huevos duros con yema verde?
¿Has visto que algunas veces los huevos duros presentan ese color verdusco en el borde de la yema?
Cuando cocemos huevos y están demasiado cocidos o no son tan frescos, suele formarse ese anillo grisáceo.
Para prevenirlo durante la cocción, es mejor no colocarlos en agua hirviendo. Es decir, llevas el líquido a los 100º para que rompa el hervor, luego bajas la temperatura evitando esas bailoteo de burbujas de la ebullición y la bajas a unos 80º-85º. Y ahí dejas tu huevo haciéndose el tiempo que requiera tu receta. Con esta técnica evitarás no solo ese halo negruzco o la posible rotura de la cáscara, también ese aroma sulfuroso tan desagradable. El resultado será un huevo cocido con clara y yema firme, de sabor mucho más agradable.
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