Para 2
1.15€/pers.
590kcal/100g
Ingredientes
- 200 g. de harina de trigo (para la masa)
- Media cucharadita de sal (para la masa)
- 100 ml. de agua (para la masa)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (para la masa)
- 200 g. de crème fraîche (para la cobertura)
- Sal (para la cobertura)
- Pimienta negra molida (para la cobertura)
- 1 cebolla (para la cobertura)
La flammkuchen o tarte flambée es una receta de origen alsaciano que, de aspecto, recuerda a la pizza. Sin embargo, la masa de esta criatura no necesita fermentación, por lo que resulta más sencilla y rápida de preparar. La receta clásica es muy sencilla y resulta deliciosa; la masa de la base se cubre con una capa de crème fraîche (o crema fresca), con cebolla cortada en láminas finas y con tiras de panceta dando como resultado un plato muy sabroso y reconfortante.
La flammkuchen tradicional se presta a múltiples versiones que pueden adaptarse a todos los paladares. Entre las variantes saladas que más nos gustan están la de setas y queso de cabra, la de espinacas con bacon crujiente y la de salmón ahumado con un toque de eneldo. No hacemos feos a ninguna de las anteriores, pero tampoco a las versiones dulces que son tremendamente atractivas: manzanas con canela, peras con un toque de nueces y miel, frutos rojos con un ligero glaseado de azúcar,…a cual mejor ¿no crees?
Lo cierto es que dan ganas de prepararlas todas y montar un buffet a base de flammkuchen, pero sí solo quieres probar una, la recomendación es que empieces por la clásica. Ideal para un almuerzo diferente, para una comida familiar informal o para sorprender a tus invitados con una cena especial… ¡Porque está de rechupete!
Receta de flammkuchen o tarte flambée

Preparación de la masa
- Primero, precalentamos el horno a 250 ºC con calor arriba y abajo. Para preparar la masa,
- En un recipiente amplio y hondo introducimos la harina, la sal, el agua y el aceite. Removemos y mezclamos bien hasta que todos los ingredientes se integren por completo.
- Después pasamos la masa a una superficie de trabajo limpia y la amasamos durante unos cinco minutos o hasta que se haya vuelto homogénea, lisa y elástica.
- A continuación, engrasamos con un poco de aceite el recipiente en que hemos mezclado los ingredientes de la masa y la depositamos en su interior, la tapamos con un trapo limpio y seco y dejamos que repose mientras preparamos los ingredientes para la cobertura.






Preparación de la cobertura
- En otro recipiente introducimos la crème fraîche y la batimos ligeramente.
- Después la condimentamos con una pizca de sal y otra de pimienta negra recién molida. Hay quienes usan pimienta blanca y/o nuez moscada, esto va en gustos. En cualquier caso, la reservamos.
- Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina, es decir, en tiras.
- Limpiamos bien la panceta retirando la corteza, que desechamos, y cortándola en bastones finos.




Montaje y terminación
- Cuando tengamos todo lo anterior listo volvemos a la masa y, con ayuda de un rodillo, la extendemos sobre una lámina de papel vegetal. Tiene que quedar muy fina y con forma ovalada, que es lo que caracteriza a esta elaboración.
- Colocamos la masa sobre una bandeja de horno y extendemos sobre ella la crème fraîche condimentada, por toda la superficie.
- Luego repartimos la cebolla en juliana y las tiras de panceta.
- Llevamos la bandeja al horno, precalentado a 250ºC con calor arriba y abajo, y cocemos la flammkuchen durante 15 minutos o hasta que la cebolla y la panceta estén doradas y la masa esté crujiente.
- Para que la masa quede bien crujiente conviene colocar la bandeja en la parte más baja del horno.
- Finalmente, retiramos la bandeja del horno y cortamos el flammkuchen en porciones triangulares. Servimos caliente para disfrutar de su auténtico sabor y de su irresistible textura crujiente. ¡Está de rechupete!



Consejos para un flammkuchen o tarte flambée perfecto
- La flammkuchen se puede rematar con un toque de cebollino fresco picado por la superficie. Además de aportar color le dará un punto de sabor y frescor irresistible.
- Es recomendable hornear la tarte flambée en el tercio inferior del horno, así se consigue esa textura crujiente que caracteriza a la flammkuchen.
- Puedes usar una temperatura superior a 250ºC sí tu horno lo permite. En este caso, reduce el tiempo unos minutos y vigila la tarta para que no se queme.
- Para que la masa quede bien crujiente es muy importante estirar lo máximo posible. Esto es lo que marca la diferencia respecto a otras masas similares
- Cuanto más fino piquemos la cebolla, menos tiempo tardará en cocinarse. Es importante que no quede demasiado gruesa para evitar que quede cruda una vez que la masa se haya terminado de hornear.
- En caso de tener sobras -cosa que dudo- puedes recalentar las porciones de flammkuchen en una sartén caliente, a fuego medio bajo y bajo tapa durante un par de minutos. La base recuperará su crujiente característico.
Última revisión: 21 junio 2025
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