Las legumbres siempre deben ocupar un lugar preferente en nuestra despensa, y es que saber prepararlas de forma que tanto la textura como el sabor nos queden perfectos, es esencial. La olla exprés no tiene las mismas funciones que una olla a presión, punto que debemos tener en cuenta necesariamente. En el caso de las segundas, la presión es mucho más rápida y alcanzan mayores niveles, que las ollas rápidas. Esto provoca que los tiempos de cocción sean ligeramente inferiores.
Asimismo, la cantidad de alubias variará en función de la cantidad de ingredientes empleados en la elaboración de la receta escogida. Deberá consistir en unos 60-80 gramos de legumbres previamente secas, por cada comensal. Así mismo, te explicamos cómo cocer huevos duros, cómo cocer grelos, cómo cocer brócoli o cómo cocer coliflor.

Trucos a seguir para la preparación de legumbres
- Con el ritmo de vida que se suelen seguir en la actualidad, una de las variables que influirán definitivamente en la preparación de las legumbres, son las prisas. En general, si cocinamos cualquier cosa con prisas, probablemente el resultado no sea el óptimo.
- En muchas ocasiones, ocurre que con las legumbres, debemos comenzar a prepararlas el día anterior, debido a que necesitamos dejarlas en remojo durante unas cuantas horas antes de proceder a su cocción. En su estado natural son semillas que afloran ya secas y que proceden de las leguminosas, un determinado tipo de plantas.
- Si queremos consumirlas, antes deberemos hidratarlas ya que, de esta forma, no nos llevará tanto tiempo cocinarlas y aceleraremos un poco el proceso. Además, este paso contribuye con que la cocción sea mucho más rápida y se produzca de una forma más uniforme, facilitando la digestión.
- Un truco que recomendamos enormemente es agregar un poco de sal al agua que hemos utilizado para mantenerlas en remojo, ya que de esta forma, cuando vayamos a cocerlas, se harán mucho más rápido porque la sal colabora con la fractura de la piel.
- Aun así, debes escoger el método que más pueda llegar a adaptarse a tus horarios y que nunca deberás remojar las legumbres cuando estén partidos y que en el caso de las alubias, no deberemos cocerlas en agua con sal porque no terminarán de ablandarse.
- La mineralización del agua es otro punto que debemos destacar ya que si el agua es muy dura, probablemente sea mucho más complicado que hidrate las legumbres, que si por el contrario es de mineralización débil.
- Cuando haya transcurrido el tiempo de remojo, deberemos escurrir de forma adecuada nuestras legumbres, después, las tendremos más que preparadas para su cocción. Si no las escurrimos, el sabor no se verá modificado de ninguna forma, pero a nivel estético no estarán tan presentables porque las pieles se desprenderán.
- En el caso de los garbanzos, te recomendamos que comiences a cocerlos en agua caliente y, por el contrario, las lentejas o las judías las empezaremos a cocer con agua fría.
- Como cabe pensar, cuanto mejor calidad tenga un producto, mejor será el resultado final del plato u elaboración. Ocurre de la misma forma con las legumbres, ya que, si se trata de legumbres que admitan correctamente la cocción, el sabor impregnará su interior.
- Las legumbres más sencillas de cocinar son las que están recién cosechadas porque las más viejas han perdido mucha humedad y cualidades.
- Otro punto importante es que bajo ningún concepto podemos cortar la cocción de algunas legumbres, es el caso del garbanzo. No podemos agregar agua fría o bajar la temperatura del fuego rápidamente. Tampoco podemos agregar cantidades grandes de otros ingredientes al mismo tiempo, ya que esto enfriará el contenido de nuestra olla.
- En el caso de que nos quedemos sin agua durante la cocción, deberemos agregar agua muy caliente para evitar que se rompa la cocción y que la cantidad de caldo debe estar unos 5 centímetros por encima de nuestras legumbres.

- Para cocer determinados tipos de legumbres es necesario llevar el agua de la cocción a ebullición, para después agregar nuestro ingrediente principal. El agua no puede estar tibia, debemos comenzar a cocinar cuando ya haya roto a hervir y mantendremos la temperatura medio- suave sin bajarla del todo.
- Otro error frecuente es mantener el fuego alto durante todo el cocinado, esto lo único que provoca es que la legumbre, sobre todo el garbanzo, se termine de despellejar y todas las pieles queden flotando en el agua.
- Es importante además, tapar la olla durante todo el proceso de cocción y sola y únicamente cuando nos quede media hora para finalizar la cocción, que es el momento en el que el caldo se concentra más, se deje el fuego muy muy bajito.
- El cocinado de las legumbres, dato que variará en función de la escogida, es de 1 a 2 horas. Pero si utilizamos una olla a presión, esta cantidad puede llegar a reducirse a unos 40 minutos aproximadamente. Contando con que las legumbres no son viejas.
- Recuerda que si queremos hacer alguna elaboración en particular, deberemos agregar el resto de ingredientes cuando las legumbres lleguen a la mitad de la cocción, no antes por no cortar con la cocción.
- No debemos exagerar tampoco con la cantidad de sal que agreguemos ya que si estamos preparando un cocido o una elaboración similar, utilizaremos tocino y jamón, dos ingredientes que ya de por sí, son bastante salados. Añádela además al fina con el fin de que no terminemos de endurecer la piel de la legumbre.
- Las legumbres son un perfecto sustituto de las carnes, ya que contienen grandes cantidades de proteína. Las carnes también aportan este nutriente, pero viene acompañada de colesterol y grasas saturadas.
- Siempre que se cocinen adecuadamente, las legumbres no tienen por qué provocarnos pesadez. Si bien existen trucos para evitar esta sensación y síntomas; agregar un poco de comino al tomate, por ejemplo. Asimismo, si las acompañamos de un poco de arroz o de pan, el valor nutritivo del plato aumentará exponencialmente.
- Otra forma de evitar la pesadez de la digestión es desespumar la parte superior de la olla de vez en cuando.

Cuando hemos terminado de cocer nuestras legumbres, podemos almacenarlos en nuestra nevera, pero es recomendable que no los introduzcamos dentro de la olla si nuestra idea es irlos consumiendo poco a poco, ya que estaremos sacando y metiendo de forma constante la olla y provocaremos que se corte la cadena de frío. Probablemente terminen estropeándose, por lo que es mejor separarlos en raciones por persona.
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