Para 1
3€/pers.
220kcal/100g
Ingredientes
- Piel de limón (opcional, para decorar)
- 50 ml de whisky escocés
- 25 ml de Drambuie (licor de whisky con miel y hierbas)
- Cubitos de hielo
No hace falta ser un experto en coctelería para preparar un Rusty Nail como un profesional. Este cóctel de whisky escocés y Drambuie tiene ese punto serio y elegante que conquista al primer sorbo, pero con una preparación tan sencilla que cualquiera puede hacerlo en casa.
Es intenso, dulce en su justa medida y perfecto para los que disfrutan de los tragos con carácter. Vamos, una combinación que huele a bar clásico, sofás de cuero y conversaciones largas.
Historia del Rusty Nail
El Rusty Nail nació en los años 30 o 40, aunque nadie se pone del todo de acuerdo sobre el lugar exacto. Algunos aseguran que fue en un club de Nueva York donde un barman lo preparó por casualidad al mezclar whisky y Drambuie; otros dicen que fue en el 21 Club, uno de los locales más míticos de Manhattan. Lo que sí es seguro es que ganó popularidad en los años 60, cuando los cócteles con whisky vivieron su época dorada.
El nombre, que significa literalmente “clavo oxidado”, tiene su intríngulis. Se dice que se llamó así por el color ámbar del cóctel, que recuerda al óxido, aunque hay quien asegura que en sus primeras versiones se removía con un clavo viejo (algo poco recomendable, dicho sea de paso). Sea como sea, el Rusty Nail se convirtió en un símbolo de sofisticación sencilla: dos licores, un vaso bajo y un buen hielo.
Si te gustan los cócteles, no puedes perderte el cóctel Gibson, que a primera vista, podría parecer un simple martini decorado con una cebollita encurtida, pero su sabor y su historia lo convierten en una opción sofisticada para quienes disfrutan de los clásicos. También merece su hueco el cóctel Tintoretto, con su sabor fresco y ligeramente ácido, equilibrado con las burbujas del espumoso, creando una combinación que enamora a cualquiera.
Y si prefieres algo más suave, prueba un cóctel Mimosa, primo hermano del Rusty Nail, que no requiere más que dos ingredientes básicos, pero el resultado es tan elegante que te sentirás como en una película de lujo mientras lo disfrutas.
Receta casera del cóctel Rusty Nail

Elaboración paso a paso
- Cogemos un vaso bajo tipo “old fashioned” y lo llenamos con hielo mientras preparamos el resto. Así conseguimos que el cristal esté bien frío cuando vertamos los licores.
- Vaciamos el hielo del vaso, colocamos nuevos cubos y echamos los 50 ml de whisky escocés. No hace falta usar uno carísimo, pero sí uno de calidad media, de sabor equilibrado. Los blended scotch van de lujo para este cóctel.
- Incorporamos los 25 ml de Drambuie, ese licor escocés que mezcla whisky con miel, hierbas y especias. Es lo que da el toque dulce y aromático al Rusty Nail, y su esencia inconfundible.
- Usamos una cucharilla de cóctel (o una normal, si no tenemos) para mezclar el contenido durante unos segundos. No queremos batir, solo integrar los sabores.
- Si te apetece, añade una piel de limón sobre el vaso, exprimiendo ligeramente los aceites sobre la superficie antes de dejarla dentro. Ese aroma cítrico corta un poco el dulzor del Drambuie y redondea el conjunto.
- El Rusty Nail se toma despacio, sin prisas, ideal como copa de sobremesa o para cerrar una cena especial. Tiene fuerza, pero es sedoso y equilibrado.
Pocas combinaciones logran tanto con tan poco. El Rusty Nail es la prueba de que la elegancia no necesita adornos: solo dos ingredientes bien medidos, un vaso frío y un poco de hielo. Es un cóctel que se disfruta despacio, que acompaña conversaciones tranquilas y que deja huella con su sabor a whisky, miel y tiempo. Si nunca lo has probado, es el momento: fácil, clásico y con carácter.



Consejos para un Rusty Nail perfecto
- Usa un whisky escocés mezclado (blended), no uno de malta pura. El blended se integra mejor con el Drambuie y resulta más equilibrado.
- Si te gusta menos dulce, reduce un poco la cantidad de Drambuie o aumenta el whisky a 60 ml.
- Para un toque más sofisticado, enfría también el licor unos minutos antes de preparar el cóctel.
- No añadas hielo picado: el Rusty Nail se sirve con cubos grandes, para que se derritan lentamente.
- Puedes hacerlo en versión “on the rocks” (directo al vaso) o en vaso mezclador y luego colar sobre hielo nuevo, según tu gusto.
- Si no tienes Drambuie, no lo sustituyas por cualquier licor dulce: es la clave del sabor original.
Curiosidades de rechupete
El Rusty Nail fue uno de los cócteles favoritos de Frank Sinatra y su “Rat Pack”, el famoso grupo de artistas de los años 60. Lo pedían en los bares más exclusivos de Las Vegas, donde se convirtió en todo un símbolo de estilo masculino y nocturno.
Además, el Drambuie, su licor protagonista, tiene historia propia: nació en Escocia en el siglo XVIII y su receta sigue siendo un secreto familiar guardado por los herederos del clan MacKinnon. Dicen que su nombre significa “bebida que satisface”, y la verdad, no exageran.
Última revisión: 18 octubre 2025
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