Para 1
1.50€/pers.
85kcal/100g
Ingredientes
- 100 ml de zumo de naranja natural (recién exprimido o de buena calidad)
- 50 ml de vodka
- Cubitos de hielo
- Rodaja de naranja o piel de naranja (para decorar, opcional)
El Destornillador, conocido en medio mundo como Screwdriver, es uno de esos cócteles que no necesitan presentación. Dos ingredientes, cero complicaciones y un sabor que funciona a cualquier hora. La mezcla de vodka y zumo de naranja puede parecer simple, pero tiene algo especial: frescura, equilibrio y ese punto chispeante que lo convierte en un clásico eterno. Es el típico cóctel que se prepara en un minuto, pero que parece pensado para acompañar horas de charla, risas y sobremesas largas.
El cóctel Destornillador tiene una historia curiosa, mitad real, mitad leyenda. Se dice que nació en los años 40, cuando los trabajadores petroleros estadounidenses en Oriente Medio mezclaban vodka con zumo de naranja en secreto durante su jornada laboral. Como no tenían cucharillas para remover, lo hacían con el primer objeto a mano: un destornillador. De ahí el nombre.
Con el tiempo, la bebida cruzó el Atlántico y se hizo popular en los bares de Estados Unidos y Europa, especialmente durante los años 60 y 70, cuando el vodka se puso de moda. Hoy es un cóctel básico en cualquier carta, tan fácil de preparar como de disfrutar. Su secreto está en la calidad de los ingredientes: un buen vodka y un zumo de naranja natural marcan toda la diferencia.
Para los que disfrutan de cócteles sencillos y afrutados, el Bloody Mary es una opción genial, también con base de vodka, pero con tomate, especias y un punto picante que lo hace inconfundible. Si prefieres algo más tropical, el Sex on the Beach combina vodka, licor de melocotón y zumos de frutas en una mezcla fresca y veraniega. Y para los que buscan algo sin tanto dulzor, el Tom Collins es una apuesta segura, perfecto para el verano debido a su refrescante sabor.
Receta casera de destornillador o screwdriver
Elaboración paso a paso
- Elegimos un vaso alto tipo tubo o “highball”. Lo llenamos hasta la mitad con cubitos de hielo para mantener el cóctel bien frío desde el primer momento.
- Añadimos los 50 ml de vodka sobre el hielo. Si quieres un cóctel más suave, puedes reducir la cantidad a 40 ml; si lo prefieres más potente, aumenta hasta 60 ml, pero sin pasarte, porque perdería equilibrio.
- Vertemos los 100 ml de zumo de naranja directamente sobre el vodka. Lo ideal es que sea recién exprimido, con su pulpa natural: el sabor cambia por completo. Si usas zumo embotellado, elige uno sin azúcares añadidos y de buena calidad.
- Mezclamos con una cucharilla larga o con el mismo borde del vaso, sin agitar en exceso. El objetivo es que se integren los sabores sin perder frescura ni oxidar el zumo.
- Añadimos una rodaja de naranja en el borde o una tira de piel para aportar aroma. Si quieres un toque más vistoso, puedes añadir una cereza roja o una ramita de menta, aunque el cóctel clásico no las lleva.
- Este cóctel se disfruta recién hecho, bien frío y sin complicaciones. Se sirve directamente en el vaso, sin colar ni agitar con hielo adicional.
En algunos países se le han hecho variaciones curiosas: en México se prepara con un toque de tequila en lugar de vodka (se llama “Tequila Screwdriver”), y en Japón se sirve con zumo de yuzu o mandarina.



Consejos para un Destornillador de rechupete
- El secreto está en el zumo de naranja natural. Evita los industriales: el sabor fresco y la acidez equilibrada del zumo exprimido marcan la diferencia.
- No uses vodka barato: un buen destilado neutro hace que la bebida sea más suave y agradable.
- Si quieres un toque más aromático, añade unas gotas de licor de naranja o un chorrito de triple sec.
- Para una versión más ligera, mezcla mitad vodka y mitad agua con gas antes de añadir el zumo.
- El orden de los ingredientes influye en el sabor: siempre primero el vodka y luego el zumo, para que se mezclen de forma natural.
- Puedes preparar una jarra grande para compartir: guarda las proporciones y añade el hielo justo antes de servir.
- Si te gusta más dulce, añade media cucharadita de miel líquida o sirope simple y remueve bien.
Curiosidades de rechupete
Aunque parezca increíble, el Destornillador fue durante décadas uno de los cócteles más pedidos en los vuelos comerciales. Su sencillez lo hacía perfecto para preparar en poco espacio, y el zumo de naranja ayudaba a disimular el sabor del vodka barato que se servía a bordo. También fue un símbolo del cine y la televisión de los años 70, asociado a una época más relajada, de música disco y sobremesas eternas.
A día de hoy, sigue siendo uno de los cócteles más universales, tanto que es casi imposible encontrar un bar donde no sepan prepararlo.
Solo dos ingredientes, sin coctelera ni florituras, y el resultado es una bebida fresca, equilibrada y perfecta para cualquier ocasión. Es el cóctel de los que disfrutan sin complicarse la vida, pero con gusto.
Si te apetece algo rápido, refrescante y con un toque clásico, este es tu cóctel. Y cuidado, porque se bebe tan fácil que más de uno acaba repitiendo sin darse cuenta.
Última revisión: 25 octubre 2025
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